Pez Chico en Pecera Grande

Pez Chico en Pecera Grande

Es sorprendente como los medios nacionales se empeñan en decir que la crisis económica en Grecia surge como resultado de una mala administración financiera y una inconsciencia consumista.  Esto no sucede porque en el país contemos con los mejores analistas políticos o con filósofos economistas. La verdadera razón por la cual los medios tanto comerciales como gran parte de los “alternos” se niegan a reconocer públicamente lo que peligrosamente hay que reconocer: es la lógica falla de un sistema en el que México va por el mismo camino.

El principal problema de Grecia no fue su solvencia y manejo de los beneficios y responsabilidades otorgados por su relativamente reciente incorporación a la Unión Europea. No lo fue tampoco un consumismo “desmedido” e “irresponsable” por parte de su población. Grecia nunca hizo malas inversiones. Fue la Unión Europea quien tomó la irracional decisión de invertir en Grecia. Un país mantenido virtualmente solo por el turismo y sin un solo índice de producción es un país sin influjos propios capaces de crear un excedente. Para poder ejercer el capitalismo; para ser un país capitalista, el primer requisito es tener capital.

La lógica administrativa lleva a concluir que la mejor solución sería simplemente expulsar a Grecia de la Unión Europea, limpiando las manos de todos los países que ahora se ven obligados a mandar apoyo.  Sin embargo, es aquí donde se suele omitir que todos estas “víctimas” son quienes llenaron al país de bancos, tecnologías, productos y servicios, todos a un préstamo impagable. Por más que los gobiernos quieran salir, la industria privada nunca los dejará. Este sector se encuentra ahora más que cómodo solventando con lo que originó toda la situación: créditos sin planeación ni sustento.

México, por su parte, cuenta con lo opuesto en cuanto a recursos potenciales; ergo, potencial productividad. Sin embargo, con la pasada, presente y creciente inversión privada extranjera en el país, es de ciegos negar que, con base al humillante desarrollo económico nacional, se recorra el mismo camino. Aquí existe un Pemex que siempre ha dado la cara por las deudas y a pesar de eso se tiene la intención de concesionarle la extracción y refinería petrolera a compañías internacionales. Grecia es el ejemplo de un ensayo a corto plazo; caen las bolsas en todo el mundo. Para poder entrar al club de gala, hay que vestir de traje y no todos pueden pagarlo.

 

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