El «niño bien portado» es Peña

El «niño bien portado» es Peña

En días pasados, se dio a conocer la infiltración de la Agencia  de Seguridad Nacional de EU (NSA) a la información diplomática, económica y de seguridad del gobierno mexicano. Esta actividad de espionaje se realiza desde el sexenio de Felipe Calderón hasta la actualidad, según anunció el periódico alemán Der Spieguel.

En un solo año, según los documentos internos citados por Der Spiegel, se produjeron 260 reportes clasificados que permitieron «a los políticos estadounidenses conducir pláticas exitosas en asuntos políticos y planear inversiones internacionales». El portal de noticias MVS menciona que «El principal objetivo del espionaje recientemente revelado era conocer sobre el tráfico de drogas. En una escala donde el uno era «alta prioridad» y cinco «baja prioridad», el tema del narcotráfico estaba calificado como uno por la NSA, seguido de liderazgo, estabilidad económica, capacidades militares, derechos humanos y relaciones comerciales (en nivel tres), así como contraespionaje (en nivel cuatro)».

Dilma Rouseff, presidenta de Brasil, en reacción por las denuncias que se realizaron este mismo mes sobre espionaje en su país, canceló sus visitas a Washington, habló en la asamblea general de la ONU denotando que estas acciones muestran un «quiebre del derecho internacional y afrenta» y propuso un control multilateral del uso de Internet, lanzando una propuesta para establecer un «marco civil internacional» para proteger la privacidad de sus usuarios.

En México, los senadores ya dijeron lo suyo. El Secretario de Relaciones Exteriores emitió un comunicado (bastante breve por cierto) así como los coordinadores del PRI y PAN, Emilio Gamboa Patrón y Jorge Luis Preciado Rodríguez respectivamente. Y quien brilla por su silencio es nada más y nada menos que el Presidente. ¿Será que se rige por el «Calladito te ves mas bonito»?

Enrique Peña Nieto parece el «niño bien portado» del salón, que nunca se queja, siempre hace la tarea y le lleva la manzana a la maestra. En otras palabras, parecería no importarle… ¿O le importará más quedar bien con la presidencia estadounidense que con sus propios ciudadanos? También es curioso que la cobertura de este suceso en los medios es algo pasiva, cuando debería ser primordial, estar en las primeras planas, fomentar el debate público, cuestionar, indagar…

Silvia Núñez García, Directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM dijo lo siguiente: «Yo no estaría de acuerdo en hacer un escándalo de manera automática, sino que se trata de revisar con enorme cuidado qué es lo que pasa, cuál es la intencionalidad de que estas cosas se manifiesten de determinada forma».

En definitiva, no se puede aceptar a la ligera una noticia como ésta, hay que hacer investigaciones al respecto. Pero pregunto: ¿Si la situación hubiera sido a la inversa, el gobierno estadounidense no hubiera reaccionado ya? Es decir, si la víctima de espionaje hubiera sido el presidente Obama ¿no se hubiera tachado de delito internacional y se hubiera casi declarado la guerra al país agresor? Independientemente de esto… ¿No sería lo correcto hacer una declaración para intentar poner un poco de orden, o al menos hacerle ver al pueblo que la situación no le es indiferente al Presidente? No es difícil darse cuenta de que el país vecino ha traicionado a México, que siempre se ha mostrado sumiso e incondicionalmente fiel (y dependiente) como lo está mostrando ahora al prescindir de acciones que marcaran una línea de respeto a las fronteras y a la figura presidencial.

Habría que preguntarse si no es a propósito que Peña Nieto quiera pasar como el bien portado ante el gobierno estadounidense. El por qué, lo dejo al criterio del lector.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *