¡El rey de los monstruos regresa! (Columna, primer parte)

¡El rey de los monstruos regresa! (Columna, primer parte)

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El otro día mientras manejaba de camino a mi casa no pude evitar ver los promocionales de la nueva película de el mítico monstruo asiático «Godzilla» y me puse a pensar: «¡Qué épico! ¡Ya se va a estrenar en pocos días!», pero por otro lado, muy en mi interior un miedo ancestral se levantaba diciendo: «¡Es un remake!» y allí la emoción se vio interrumpida.

Cabe destacar que no es un secreto que le tengo una aversión casi patológica a los remakes, ya que tienen ese magnetismo muy especial para arruinar la película en cuestión (algunos casos se salvan)  pero sobre este tema les comentaré más profundamente en otra ocasión. Por el momento vamos a lo que nos compete: Godzilla.

Esta leyenda de 60 años de antigüedad tiene una reputación que le precede: 28 películas japonesas y un                    –horripilante- remake gringo de 1998. Con esto detrás, la nueva entrega, que se estrena en este mes, tiene al menos el deber de lavar la mancha –sucia y asquerosa- que dejó en 1998 con el fallido intento estadounidense de occidentalizar al monstruo, pero punto y aparte de ello, contextualicemos un poco sobre la evolución de este personaje.

El sujeto en cuestión originalmente no se llamaba «Godzilla». Primero se le conoció por el nombre de “Gojira” que combinaba ambas palabras japonesas que significaban “Gorila” y “Ballena”, teniendo como concepción del monstruo el cruce entre ambos animales (y yo que pensaba que era un reptil). También su creación es atribuida al terror que vivieron los japoneses en 1954 con el ataque nuclear de la Segunda Guerra Mundial y con el tiempo esta “metáfora” de muerte y destrucción sería trasladada a lo que conocemos ahora.

Su origen radioactivo le dio libertad a los escritores de hacerlo literalmente inmortal –y con ello una cantidad sorprendente de secuelas-. De hecho, se le conocen tres etapas a nuestro monstruo favorito: La Showa en la que fue de villano a defensor de Japón, la Heisei donde vimos a un Godzilla egoísta que solo destruía y luchaba con otros monstruos a su antojo y la ultima etapa que inició en el 2000 conocida como etapa Millenium en donde al fin se le vio a este muchachón como más que destrucción con patas.

Ahora que me pongo a pensar he visto pocas películas –si tomamos en cuenta que son 28-  de este animalón. Por ahora, la película que más me ha gustado ha sido “Godzilla 2000” del año 1999 que totalmente disparó mi gusto por este reptil enorme y como un plus tuve el privilegio de verlo en una sala de cine que ya no existe en la ciudad (y con esto compruebo que estoy quedando viejo) y después de 15 años de no ver el particular grito de Godzilla en el cine –que como dato curioso fue creado a raíz del chirrido de una puerta- al fin tendremos todos la oportunidad de verlo de nuevo… pero un momento. ¡Es un remake estadounidense! ¡Y de Godzilla!

Bueno, no todo puede ser miel sobre hojuelas aquí en la vida, así que andamos a la expectativa, y mientras tanto, ustedes esperarán la segunda parte de esto para comentarles más sobre mis expectativas sobre lo que está viniendo el próximo 16 de mayo.

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