Con el paso del tiempo, las tendencias e ideologías entre generaciones van cambiando. Conforme pasan los años, poco a poco se va creando una nueva noción de normalidad.
Los autores William Strauss y Neil Howe presentaron en su libro ‘Generations’ una teoría generacional que, a muy resumidas cuentas, habla de las características que tienen personas nacidas entre ciertas épocas.
Primero, explicaron cómo eran los ‘Baby Boomers’, aquellos nacidos luego de la Segunda Guerra Mundial y hasta principios de los sesentas. Luego, describieron a la Generación X, quienes nacieron entre mediados de los sesentas a principios de los ochentas.
Más recientemente, Strauss y Howe introducieron un término para aquellos nacidos entre los principios de los ochentas a principios del siglo XXI: los famosos ‘millennials’.
«Soy una millennial. Generación Y. Nacida entre los inicios del SIDA y el 9/11, más o menos. Nos llaman la Generación Global. Se nos conoce por ser unos narcisistas privilegiados. Algunos dicen que es por ser la primera generación en la que todo niño recibe un premio sólo por participar. Otros dicen que es porque las redes sociales nos permiten publicar cada vez que soltamos un gas o comemos un sandwich para que todo el mundo se entere. Pero parece que el rasgo que nos define es una insensibilidad por el mundo. Una indiferencia al sufrimiento.” (Madison Montgomery, American Horror Story: Coven)
¿Y cómo somos los millennials? Existen diversas percepciones al respecto, pero entre las más aceptadas se encuentra aquella que dice que somos una generación con una ideología mucho más liberal.
Sin embargo, este libertinaje no está relacionado con una participación social más activa. Los millennials somos una generación con un supuesto interés por el bienestar del mundo, pero sin la motivación de hacer verdaderamente algo al respecto. Somos los primeros en darle like o retweet a una publicación hablando de la terrible situación en el país, pero ¿cuántos somos los encargados de realizar esa publicación?
Pensándolo así, ¿acaso la supuesta participación que hacemos, combinada con el liberalismo con el que pensamos, no son más que un desinterés disfrazado?
Por otra parte, se cree que otra de las características principales de los millennials es nuestro narcisismo, así como el dominio de una mentalidad materialista. Anhelamos tener más y más, admiramos a las celebridades que vemos en los medios.
Tomemos, por ejemplo, el caso del Bling Ring, un grupo de adolescentes que entre el 2008 y el 2009 asaltaron los hogares de celebridades como Paris Hilton y Audrina Patridge. Ellos no cometieron los robos por necesidad: casi todos vivían en Calabasas, California, una de las ciudades con mayor nivel económico en Estados Unidos.
Al preguntarle a Nick Prugo, uno de los ladrones, el porqué de los robos, él ofreció la siguiente respuesta: “Queríamos ser parte de ese estilo de vida, el estilo de vida que como que todos deseamos”.
¿Y cuál es ese estilo de vida? Uno basado únicamente en la noción de la fama, de ser reconocido, algo sumamente deseado por los ‘millennials’.
El caso del Bling Ring es uno exagerado en comparación a las acciones del millennial regular, pero ¿Realmente el mismo anhelo a la fama y opulencia que tenían aquellos adolescentes es muy alejado del que tienen los demás ‘millennials’?
Somos una generación superficial: hacemos fiestas temáticas de El Gran Gatsby, olvidándonos que los mismos excesos de los veintes que buscamos celebrar eran justamente lo que criticaba F. Scott Fitzgerald en su famosa novela.
Estas tan sólo son algunas reflexiones sobre unas cuántas de las características de los ‘millennials’, características que son generalmente aceptadas entre generaciones mayores.
Incluso los mismos ‘millennials’ tenemos consciencia de muchas de éstas, y sin embargo, las vemos con tal cotidianidad en nuestro entorno que preferimos ignorarlas, pensando que somos libres de las conductas características de esta generación.
Lo que es realmente importante es ser críticos sin ser destructivos, es decir, ser objetivos a la hora de crear una reflexión, ya sea ésta sobre los medios que nos rodean, las ideologías que la sociedad inculca o incluso sobre nosotros mismos.
Foto de portada: TheBlingRing.com
