Fueron al menos 32 reos los que escaparon la madrugada del lunes 19 de septiembre en fugas casi simultáneas en tres penales del Estado de Veracruz; de los cuáles 15 de ellos cumplían cadenas por delitos federales. Es evidente la indignación contra los delincuentes y las organizaciones involucradas en estas fugas, sin embargo, hoy por hoy nuestra indignación se torna hacia quienes controlan los sistemas judiciales y de justicia.
Es insultante la manera en que nos quieren convencer aprobando leyes como la de Javier Duarte, en Veracruz, quien pretende velar por nuestra seguridad y el orden público; como si deteniendo y juzgando a dos sujetos que, de manera muy imprudente, hicieran comentarios a través de sus cuentas de twitter, pudieran garantizarnos la seguridad.
Verdaderamente suena irónico lo que sucede en el Estado de Veracruz, que no es más que un reflejo de lo que ocurre en el país entero. Ahora sí podemos salir tranquilos a las calles, esos dos “perturbadores del orden público” están arrestados; no importa que 32 criminales anden libres y planeando sabrá Dios que cosas. El Gobierno cumple y vela por nuestros derechos.
