Las fibras ópticas están reemplazando rápidamente al hilo de cobre como medio de transporte en las telecomunicaciones.
Las fibras ópticas se empezaron a desarrollar en los años 60, y permiten llevar la luz en el interior de tubos curvos, los cuales se comportan como «canales de luz»; la fibra se fabrica con dos clases diferentes de vidrio. El vidrio del núcleo central está envuelto por un vidrio de revestimiento. Ambos tienen diferentes índices de refracción. La luz viaja a lo largo del vidrio del núcleo central. Cuando los rayos de luz chocan con la superficie límite entre el núcleo y el revestimiento, los rayos se reflejan internamente, hacia adentro del núcleo. Así, la luz «circula» siempre dentro del núcleo, como el agua por una canalización. No importa que la fibra tenga curvas, la luz permanece en la zona central; no obstante, el diámetro de esas curvas no debe superar, para que la luz no se escape, los 100-150 mm.
La fibra óptica está protegida por fuera por una capa de material plástico. Es muy delgada, más fina que un cabello humano. En cada cable de fibra se introducen entre 16 y 24 de estas fibras; de este modo, se puede transmitir un mayor número de conversaciones simultáneamente.
Hoy en día, las fibras ópticas sustituyen a los hilos de cobre en el transporte de las conversaciones telefónicas. Las señales acústicas se transmiten como impulsos de luz. Las señales sonoras del interlocutor se transforman, en primer lugar, en señales eléctricas en un micrófono ordinario de teléfono. Entonces, las señales eléctricas se convierten en señales luminosas en un convertidor. Al otro lado de la línea, el receptor vuelve a transformar las señales luminosas en eléctricas.
Estas señales operan en el auricular del teléfono de modo ordinario. Las señales viajan a lo largo de la fibra óptica en forma de impulsos (o destellos) de luz láser. La fuente de luz láser se enciende y apaga muy rápidamente. Los impulsos de luz forman un código binario que se decodifica en el receptor.
Dado que la luz láser tiene una frecuencia muy elevada, es posible enviar gran cantidad de señales diferentes al mismo tiempo. Esto significa que una fibra óptica permite el transporte de miles de conversaciones telefónicas a la vez. Además, las señales mantienen su potencia tras largas distancias. Con las fibras ópticas, los amplificadores sólo se necesitan cada 30 kilómetros o más. El tamaño de una fibra óptica es mucho más pequeño que el de un hilo de cobre que cumpla la misma tarea.
A diferencia de los hilos de cobre, en las fibras ópticas no hay interferencias procedentes de otras señales eléctricas. Otra ventaja de las fibras ópticas es que las materias primas que se emplean para fabricar el vidrio, son abundantes, al contrario de lo que sucede con el cobre. Con todas estas ventajas, se está sustituyendo el hilo de cobre por la fibra óptica. Las fibras se agrupan en cables y se colocan bajo tierra. Toda la red telefónica entre ciudades, así como los anillos de las mismas, se han tendido con fibra óptica.
Fuente: Educa.aragon