Denise Dreseer no es un dios.
La semana pasada como parte de las actividades de la Feria del libro del Estado de Yucatán, la politóloga Denise Dresser dio una presentación de su nuevo libro; además abordó temas sobre la política, que se viven en estos agitados meses previos a las contiendas electorales.
Es bueno que se haya hecho este evento; porque permite que se debatan y se reflexione sobre varios puntos de la política del país. Lo que me llamó la atención es que fuera de escuchar una perspectiva de esta realidad en México, se vieron las emociones (personales) electorales de la mayoría de los asistentes a esta conferencia.
No digo que esté mal, pero siempre nos debemos de cuestionar lo que se dice, cómo se dice y con qué efecto. Llegar al centro de la opinión, para poder llegar a conclusiones; lo malo es que los asistentes tomaban a Denise como un dios, como una adivina, hasta la querían postular para la presidencia de la república (hágame el favor). Esto no habla mal de la propia Denise, si no de los asistentes a dicha conferencia.
Todo mundo le quería preguntar cuál es el partido por el cual deberían de votar, a lo que en mi interior dije, ¡por Dios! no puede ser que hayan entrado a esta conferencia por este tipo de preguntas, ¿qué no se dan cuenta de que esta mujer sólo da a conocer su propia perspectiva de las cosas y no es poseedora de la verdad?
Lo que me pareció correcto es que Denise no respondió a ninguna pregunta de este tipo. Es más, la señora había mencionado cosas valiosísimas, pero los asistentes prefirieron llevarse por las emociones de una crítica al gobierno de este estado.
Esta mujer dijo algo que siempre he dicho; el verdadero cambio de este país, radica en cada uno de sus ciudadanos y no del gobierno. Denise fomentó la acción y la capacidad de crear un pensamiento reflexivo.
Sin embargo, a mucho de los asistentes lo anterior les entró por un oído y les salió por el otro; me dio mucha lástima porque oportunidades para que Denise vuelva son muy pocas.
En conclusión, por favor cuando venga un expositor de la grandeza de Denise no lo idolatren por sus ideas, por que sólo demuestra que no somos capaces de llegar a un a reflexión sobre el tema (cuando en realidad deberíamos de tenerla).
