Saca jugo a la «tuna» y lo hace vino

Saca jugo a la «tuna» y lo hace vino

Irma Mejía / Corresponsal | El Universal

La tuna tiene semejanza con la vida; para gozar de su sabor y aprovechar sus propiedades, tienes que aprender a sortear sus espinas”, comenta Adriana Monserrat Rivas Camarillo, quien produce vino de este fruto zacatecano.

Adriana, de 36 años de edad, alegre y atrevida, comenta que su interés por la tuna nació cuando estudiaba Comercio Internacional; “Mi diplomado lo enfoqué a esta fruta y comprobé que tiene potencial para darle valor agregado de diversas formas y que signifique ingresos seguros para los productores”.

“Me motivó realizar esta investigación con un enfoque social, cuando los productores me comentaron que poseían alrededor de 500 hectáreas de nopal tunero, y en ocasiones perdían hasta 200 por la falta canales de comercialización”.

La gran mayoría de los productores tuneros no cuenta con bodegas, explica, por tanto terminan vendiendo el producto a granel a los intermediarios y a precios “ínfimos”.

Hace unos seis años Adriana comenzó a investigar la agroindustrialización del cactus, y este interés la llevó a inferir que para evitar su pérdida tenía que ser procesada en jugo y vino, así como otros derivados.

El inicio de una aventura

En 2011, Adriana decidió producir 500 botellas de vino, con tuna de las variedades Xoconostle, Duraznillo y Clarissa. De acuerdo a los expertos universitarios, son más de 23 las variedades.

Una vez que extrajo el jugo de la tuna, lo dejó dos meses en proceso de fermentación, mientras se dedicó a tramitar el registro de la marca y código de barras que nombró “Mejituna”.

Con el ánimo para que no decayera su proyecto comenzó a tocar diversas puertas, incluso, envió una carta al presidente Felipe Calderón Hinojosa y logró que la Secretaría de Agricultura se pusiera en contacto con ella.

Aclara que no se le ha financiado su proyecto, pero sí le abrieron espacios en algunas exposiciones agroalimentarias para promocionar el producto como Chiapas y Baja California.

Fue durante una expo realizada en Baja California donde conoció a un empresario mexicano que radica en Estados Unidos, el cual se interesó en exportar la bebida.

Consiguió que empezaran a realizar los estudios de calidad de los grados de azúcares y alcohol, así como el diseño de imagen y presentación de la botella para cumplir con la normatividad, al precisar que es un mercado potencial, porque los principales consumidores serían los migrantes que viven en EU.

Su ánimo no decae y también busca incansablemente en otras partes promover su proyecto productivo como en el Instituto de la Mujer Zacatecana (Inmuza), al grado que le ha reconocido su espíritu de lucha como una joven emprendedora y ahora también busca la posibilidad de que para realizar su sueño de agroindustrializar la tuna con miras a la exportación y producción masiva, tenga que aceptar diversos aliados, como ya se le han presentado algunas ofrecimientos.

La joven zacatecana refiere que en todos estos trámites y estas investigaciones, se ha dado cuenta que la tuna que está en el escudo nacional, realmente carece de una verdadera promoción y no se le da difusión para aumentar su consumo ni para difundir los beneficios a la salud como es la tuna de xoconostle, pero insiste que ella seguirá promoviendo “esta bebida de los dioses prehispánicos”, en la forma que ella se le presente “para poner en alto a Zacatecas y al vino de tuna”.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *