Por: Jorge Pérez Montes de Oca
Llegó el 28 de abril, día en que Monterrey y Santos jugarían el partido de ida de la final de la CONCACAF Liga Campeones y mismo día también en que Víctor Manuel Vucetich, hoy entrenador de los rayados jugaría su doceava como entrenador de futbol.
El ambiente fue increíble en el Tecnológico Monterrey donde los locales dominaron todo el partido y salieron victoriosos del mismo con dos golazos del atacante chileno Humberto ‘chupete’ Suazo. Este marcador dejaba a los dirigidos por Vucetich con un buen marcador para afrontar el partido de vuelta en el Territorio Santos Modelo donde no podrían contar con Suazo quien fue suspendido por acumulación de tarjetas.
Llegó el día decisivo y en Torreón se vivía un ambiente increíble con una afición que creía fielmente en la remontada de su equipo que para este partido ya podría contar con su goleador Oribe Peralta quien se perdió el partido de ida.
El partido comenzó y se vio desde un inicio el hambre del equipo lagunero por ir en la búsqueda de ese gol que les diera vida en la final. Las llegadas abrumadoras hechas por Quintero, Peralta y demás ofensiva de Santos eran siempre terminadas más no en el fondo de la red, fue hasta el minuto 45 que Daniel Ludueña sacaría un fuerte disparo con pierna derecha que sería mas que suficiente para vencer al portero rayado Jonathan Orozco y acortar la distancia a un gol de diferencia.
Terminaron los primeros 45 minutos y la final tenía más vida que nunca, la gente en la comarca esperaba un segundo tiempo increíble que le diera a su equipo el empate de manera global.
Inició el segundo lapso y el gol no tardaría en llegar para los ‘guerreros’ quienes al minuto 50 empatarían la eliminatoria con un golazo de Oribe Peralta. La gente en Torreón estaba enloquecida y con más fe que nunca en su equipo que había logrado revertir un resultado complicado.
Santos con el paso del partido comenzó a dar secuelas de desgaste físico, cosa que Monterrey aprovecharía para tornar el rumbo de un partido que si bien era dominado por los locales se volvió de ida y vuelta.
El partido bajaría su intensidad y sería hasta el minuto 81 que el argentino Neri Cardozo se asociaría con Aldo De Nigris en un contragolpe para realizar una jugada que terminaría en gol del argentino y que le daba a Monterrey a falta de poco tiempo la ‘Concachampions‘.
El partido terminó y Monterrey era nuevamente campeón del certamen ante un Santos Laguna que si bien dio un partido digno de final dio muestra de que en el futbol el que perdona pierde.
En mi opinión es un título bien merecido para los rayados que tuvo los rivales más complicados en las rondas anteriores y salió adelante. Este equipo mostró en finales como esta tener a un delantero como Suazo o a una figura como J. Orozco que son jugadores que terminan marcando la diferencia.
En fin, este Monterrey es un gran equipo y ahora se perfila bien en el torneo local, pero en mi opinión la clave ganadora de este equipo en los últimos años se llama Víctor Manuel Vucetich, que consiguió su título número doce como entrenador en el mismo número de finales jugadas. Un entrenador que al principio de temporada atravesó problemas con el plantel, incluso con el mismo Suazo que tuvo dificultades al principio del torneo y luego lleva a su equipo a ser campeón de la CONCACAF y ser un serio candidato al título del fútbol mexicano merece el reconocimiento ya no sólo de un estado, sino de todo un país.
Ahora este Monterrey tendrá una dura prueba por delante, se trata del Mundial de Clubes que estarán disputando en diciembre y que quedaron a deber tras ser eliminados en la primera ronda ante el Kashiwa Reysol. Los rayados tendrán ahora revancha en el torneo al que Vucetich prometió volver.
