Si… de seguro mucha gente, mejor dicho algunas personas, han de estar pensando esto sobre la periodista Carmen Aristegui. Es impresionante como cada día nos presenta una serie de información, que es incómoda para muchos. Juzgue usted mismo si lo que presenta en su programa matutino, sea del todo cierta; pero déjeme decirle que lo que ahí se plantea suena muy convincente.
Ya se sabía que Carmen Aristegui ha sido la piedra en los zapatos de muchos políticos, empresarios y hasta integrantes de la Iglesia Católica. Uno de sus problemas más sonados fue cuando afirmó que el presidente Felipe Calderón tenía una adicción muy fuerte al alcohol (cosa que se está retomando con el problema de la Banda 2. GHz), lo que causó por algunos meses su censura.
Sin embargo, como cualquier periodista siempre busco información sobre otras cuestiones de la vida política del país. Llegaron las campañas electorales y el nivel de discusión y de información que se manejaban ahí, eran para que se realizaran investigaciones legales sobre políticos “corruptos” (cosa que no ocurrió), pero de nuevo ella causó la molestia de una televisora (Televisa) y un partido (PRI); esto no quedó aquí. De un día para otro MVS (empresa dónde Aristegui tiene su programa) pierde la concesión de la Banda 2.5 GHz.
Lo anterior originó una serie de suposiciones que traen en jaque, al que parece ser nuestro próximo presidente (Peña Nieto) y también al actual. De la cantidad de información salió que la presidencia del país había presionado a MVS que para devolverle la Banda 2.5 GHz, tenía como la condición de que sacara a Aristegui de sus transmisiones, cosa que causo el furor de la periodista y en cierto aspecto a MVS.
La cuestión aquí es que estamos ante un grave problema de libertad de opinión (libertad de prensa), se dice que todo esto tiene un plan con maña, el de MVS salvar su concesión, el de Televisa quedarse con lo que se tenía previsto para MVS, la de los Pinos hacerle la chamba al próximo presidente de darle una concesión a Televisa de este tipo y salvar su pellejo y Peña Nieto… pues se ahorra un problema más en si imagen público.
¿Hasta cuándo dejará de hacer periodismo Aristegui?
¿Hasta cuándo dejará de hablar?
Lo que hay que preguntarnos es ¿Hasta cuándo se puede ser un buen periodista sin tener amenazas con la pérdida de trabajo o incluso de muerte?