Por: Melisa Michelle Pani
Organizaciones mundiales piden a políticos hacer conciencia por el bien común
Activistas de todo el mundo se reunirán esta semana en la ciudad de Tampa, Estados Unidos, para protestar en contra del hambre y descuido que sufren millones de personas alrededor del mundo.
Las manifestaciones que se programaron entre el 20 y 26 de este mes en el estado de Florida son organizadas para generar conciencia sobre la agresiva postura del partido republicano, quien exige reducciones impositivas a los ricos y recortes de seguridad social a los pobres.
Arriba de 46 millones de estadounidenses dependen de un programa especial de alimentos que es financiado por el gobierno. El beneficio financiero promedio es de 143 dólares al mes, mientras que los precios de los alimentos siguen incrementando.
No sólo en Estados Unidos prevalece el hambre. De acuerdo a las cifras que informa la ONU, cerca de mil millones de personas sufren de hambre en todo el mundo, la gran mayoría siendo poblaciones rurales.
La semana pasada la FAO, Food and Agriculture Organization, comunicó que los precios de alimentación subieron un 6 % en julio. Azúcar y granos de maíz y trigo, fueron los productos que catapultaron este incremento.
«Esto no es ninguna clase de exhortación mensual. Es la misma alarma global que ha sonado desde 2008. Estas nuevas cifras demuestran que el sistema alimentario mundial no puede afrontar el deterioro de sus fundamentos», dijo el activista Colin Roche de la organización Oxfam International.
Muchos economistas y científicos independientes han explicado que el hambre no se saciará hasta que los políticos empiecen a trabajar sobre la cuestión de la desigualdad económica.
«Si la crisis de precios de los alimentos en 2008 y 2011 sirven de guía», dijo Erich Holt-Gimenez, responsable del Insituto para Políticas de Alimentación y Desarrollo, «deberían de ser una alarma para los políticos».
Holt-Gimenez siguió comentando, “Enviarán los alimentos principalmente a las ciudades, y los precios más altos se verán en el campo, donde los pobres rurales no podrán comprar comida».