Destacó el reclamo de la presidenta Brasileña Dilma Rousseff a Estados Unidos por el programa de espionaje, así como las diferentes críticas por la intervención de Estados Unidos en la guerra civil de Siria.
Por: Luis E. Alpuche López
En la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas, realizada en Nueva York, sobresalió el acercamiento que tuvo el presidente de los Estados Unidos Obama con Irán y lo que mencionó Hassan Rouhani para tranquilizar los sucesos con Estados Unidos en el conflicto con Siria, tema que fue de lo más mencionado durante toda la asamblea.
Al respecto, el mandatario norteamericano agregó que Estados Unidos donará 340 millones de dólares a Siria para ayuda humanitaria.
Por su parte, el Presidente de Irán, Hassan Rouhani, mencionó que quiere reducir las tensiones con E.U. y que la situación de su país no representa ningún tipo de amenaza para el mundo.
Durante su intervención en la asamblea, Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU, dijo que la guerra civil en Siria ocasionó que las comunidades fueran afectadas y que la economía se viera afectada gravemente.
Sin embargo, una de los discursos más comentados fue el de Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil, quien argumentó que el espionaje cometido por el gobierno de Estados Unidos no está respetando la ley internacional, y aunque tenga el objetivo de proteger las naciones contra el terrorismo, esta idea no tiene sustento.
Asimismo, Rousseff afirmó: “Brasil es una democracia rodeada por democracias pacíficas, que respetan el derecho internacional” y que su país “ha vivido en paz con sus vecinos durante más de 140 años”.
En cuanto a la económico, Rousseff, aunque fue acusada por la Agencia de Seguridad Nacional americana, ella respondió a dichas acusaciones diciendo que Brasil “no quiebra los contratos, ni engaña, ni disimula” y respondió que “eso es lo que distingue a Brasil del resto del mundo: nosotros no tergiversamos”.
Fuentes: CNN y El País
Fuente de la imagen: El Diario de Buenos Aires