“Parece ser que hoy en día, lo único que avanza es la tecnología”.
Hoy en día la tecnología se ha vuelto parte indispensable de nuestra vida. Si se nos olvida el celular, somos capaces de regresar por él. Si se descarga, ya estamos gritando de desesperación. Simplemente, sin nuestros aparatos tecnológicos, no funcionamos.
¿Nos está dominando la tecnología? Sí, y ya llevamos un buen rato así. En la fiesta, en vez de platicar, nos ponemos a checar el celular: que si tengo una notificación, que si el juego, que si Twitter, en fin… pero, ¿qué pasa con la tecnología en la familia?
La tecnología está siendo un gran factor de distanciamiento. Cada quién en su mundo: mamá y papá con su celular, el niño con la tableta, la niña con la computadora. Ya ni siquiera hay las pláticas familiares de cada día. Nos encerramos en nuestro mundo tecnológico, y con eso, nos basta para ser felices lo que provoca que estemos perdiendo el contacto familiar.
Si bien la tecnología es una herramienta increíble, hemos sobrepasado los límites, pero aún estamos a tiempo de pararlo ¿Cómo? Para empezar, creo que diferentes reglas deben ser implementadas por los padres, no prohibiendo del todo el uso de estos aparatos, pero sí establecer límites.
En ese sentido, una muy buena idea sería prohibir el uso de estos aparatos a la hora de la comida y platicar del día a día, de los planes, de lo más mínimo hasta lo más grande, ya que éste es un pequeño momento en el cual podrán disfrutar mucho la compañía.
Por otra parte, es impresionante como los niños pasan horas y horas jugando videojuegos. Sí, ¡qué increíble todo lo que la tecnología ha logrado hasta hoy en día! Pero antes los juegos eran más dinámicos, en grupos, divertidos y únicos. ¿Quién no pasó una tarde jugando turista? ¿Ganaron una partida en dominó? ¿Se enrollaron de la manera más loca jugando twister? Esos juegos nos hacían usar destreza y la agilidad mental. Eran divertidos y nos sacaban muchas risas. Por ello, es importante que recuperemos un poco de eso jugándolos en familia, y de paso, viviendo un tiempo de calidad.
No se trata de prohibir el uso de la tecnología porque es claro que hoy en día eso sería imposible. Usemos los recursos que tenemos, pero usémolos con conciencia.
