Como una orquesta bien organizada, el director mexicano Alfonso Cuarón presenta en su más reciente largometraje una obra visual que transciende en los aspectos más hermosos y atemorizantes del espacio, todo esto en una historia de supervivencia.
La doctora ‘Ryan Stone’ (Sandra Bullock) se encuentra en su primer viaje espacial en labores de reparación en compañía de ‘Matt Kowalsky’ (George Clooney) y demás personal de la misión. Un accidente cercano provoca una lluvia de basura espacial que los deja a la deriva del silencio y solemnidad del espacio, ambos deberán encontrar una solución para regresar sanos y salvos. Con el tiempo y el oxigeno acabándose empieza una travesía de supervivencia que los llevará a situaciones difíciles minuto a minuto.
El nominado al Oscar, Alfonso Cuarón, nos ha demostrado a lo largo de su filmografía que puede ser multifacético en cuanto a los proyectos que selecciona para dirigir: nos topamos desde una familiar y comercial ‘Harry Potter y el Prisionero de Azkaban’ (2004) hasta la post-apocalíptica y madura película ‘Niños del Hombre’ (2006), incluyendo sus primeras películas mexicanas con toques de comedia y de drama.
En esta ocasión, Cuarón nos presenta un largometraje con una temática que fue abordada en ‘Niños del Hombre’ pero de una manera muy superficial y menos profunda que como se presenta en ‘Gravedad’: la supervivencia.
Es un largometraje dramático, ambientado en un escenario perfecto para generar angustia por su solemnidad y su naturaleza desconocida… el espacio.
Es dirigida a un público maduro, sin afán de encontrar una película entretenida y “palomera”, un público con esperanza de encontrarse con una película contemplativa que se le presente de una manera dinámica y que logre generar emociones diversas. Todo esto se cumple en el transcurso de ‘Gravedad’.
Por palabras del mismo director, la línea narrativa en general de la película es simple pero a pesar de no tener una elaborada naturaleza, con giros argumentales y un asombroso guión, ‘Gravedad’ expresa muy bien los sentimientos y reacciones propias de los personajes que sufren ante este acontecimiento que marcará sus vidas conforme va pasando el tiempo en pantalla. La soledad del espacio, la sensación de estar entre el mundo y la nada genera una atmósfera estresante que mantiene la atención del público y no da lugar a los temibles “huecos argumentales” que, si se mantienen mucho tiempo en pantalla, la atención se desvía hacia otro lado. El filme cuenta con elementos para enfatizar los sentimientos de desesperación, seguridad y de miedo pero el único detalle que no pasa desapercibido es el hecho de introducir un Deus ex machina para continuar la historia, modificarla de último momento y darle un desenlace satisfactorio.
Sandra Bullock genera una actuación asombrosa que presenta de una manera muy fiel la interpretación de la historia de la ‘doctora Stone’ ante el espantoso y estremecedor panorama en el cual se somete (tal vez una de sus actuaciones más destacadas y comprometidas de la actriz). Su personaje logra transmitir empatía y genera una buena profundidad, cosa que no sucede igual con George Clooney en el papel del experimentado ‘Matt Kowalsky’, aunque su perfil actoral presentado es bueno, la profundidad de su personaje es vaga, superficial y es encasillado como el “guía” de la protagonista y de allí no trasciende a algo más, pero su participación es clave para la historia de la película.
Visualmente hablando la película es hermosa, con efectos especiales muy bien realizados y un 3D que no parece falso y manipulado para sólo sorprender a la audiencia. Los elementos visuales son parte de la historia y no sólo son usados para puros fines estéticos; son quirúrgicamente colocadas en pantalla para darle armonía e identidad a la película que, junto con la fotografía del mexicano Emmanuel «el Chivo» Lubezki, logran una verdadera obra de arte convertida en largometraje.
Los elementos auditivos no se quedan atrás y son parte principal del ritmo de la película, ya que gracias a ellos realmente podemos sentir que estamos en el espacio y son efectivamente empleados, lo que convierten a ‘Gravedad’ en un largometraje en el cual los elementos visuales, auditivos y actorales logran darle magia y sentido.
Después de siete largos años de no tener presencia en las pantallas grandes, Cuarón regresa con fuerza para demostrar que las buenas historias pueden ser contadas y que el cine aún puede seguir asombrándonos; ‘Gravedad’ presenta una historia con un mensaje claro y que va tomando fuerza poco a poco: siempre tener esperanza y no dejarse vencer, siempre hay un camino.
Cuarón regresó para quedarse en la historia con una de las mejores películas del 2013 y no es para menos, el trabajo visto en esta ultima película es un logro y por lo tanto será atraído al éxito en la misma forma como la gravedad nos atrae a la tierra.
Crítica originalmente publicada en www.kinecarus.com