Desde el dos por tres hasta la mitocondria, habiendo pasado por los vectores, puntos y comas, adverbios, sujetos y adjetivos, todos hemos recorrido, al menos por la superficie, los conocimientos y saberes hasta ahora generados por la humanidad. Al menos todos aquellos que hemos tenido la suerte y dicha de recibir una educación formal, por lo que uno esperaría cierta destreza o dominio de esto saberes y conocimientos, expresados en habilidades básicas tales como la correcta acentuación y conjugación de palabras y oraciones, sin omitir la suma y resta de números mayores de tres dígitos.
Sin embargo, esto no es la realidad de muchos que nos encontramos con la noción de no dominar o siquiera recordar adecuadamente lo previamente aprendido y que certificados oficiales de la SEP avalan lo hemos hecho.
Este juicio lo hago sobre mí y sobre todo grupo de personas que comparten conmigo ciertas similitudes sean éstas el sexo, edad, nivel socio-económico, ubicación geográfica, nivel de formación, etc., tratando de no generalizar demasiado para no ofender o alterar sensibilidades.
Por ello invito a todo aquel que en una sincera autocrítica se encuentre en esta situación a recapitular al menos la superficie de los conocimientos que alguna vez llegó a dominar, puesto que es casi un deber ético el hacerlo y no sólo extiendo la invitación a mis iguales (universitarios) sino a profesionistas y público en general.
Puesto que es un acto egoísta (por todos los recursos que se han invertido) y vergonzoso el no dominar al menos en lo más mínimamente adecuado dichos conocimientos y habilidades.
Esto ha sido una sincera disculpa.
