El villancico es uno de los símbolos de la Navidad.
En este sentido fue la gente de la villa, «los villanos», quienes fueron adaptando los antiguos himnos y cantos en latín con los que la Iglesia recordaba la llegada de Jesús, transformándolos en canciones muy dulces e ingenuas. Son esas las canciones que -en honor de sus autores- hoy se conocen con el nombre de villancicos.
También se dice que se originaron en Inglaterra. En la época de Enrique I, los cantos eran en latín y amenizaban las fiestas de la Corte. «El Canto del Jabalí», era llamado canto del villano, y por una especie de diminutivo se transformó en villancico para designar estos coros o estribillos.
Los villancicos son coros o estribillos que se repiten por medio de las melodías. Los ingleses los llamaron Christmas Carols y los franceses Noels.
Los villancicos más reconocidos en Latinoamérica son: ‘Hacia Belén va una burra’, ‘Campana sobre campana’, ‘El tamborilero’, ‘Mi Burrito Sabanero’, ‘Noche de Paz’, ‘Unos vienen y otros van’, ‘El niño del tambor’, entre otros.