«El mexicano sólo protesta no actúa, no propone… Es digno, más no un valiente» -Emilio Uranga
La ontología es la herramienta de estudio que permite representar la existencia del mexicano. Alrededor del mundo la idea del mexicano borracho y flojo que duerme sostenido por un nopal ha sido tan poderosa que muchas otras culturas creen que así somos en realidad y me parece alarmante que los mexicanos estemos al tanto de esta situación y nos cause gracia.
Para un mexicano, saber lo que se piensa de nosotros alrededor del mundo debería ser sinónimo de tratar de crear un mejor concepto para nuestra cultura y país, pero en cambio nos reímos y lo aceptamos. Parece increíble cómo nos comportamos ante nuestra propia cultura, el hecho de pensar que si nosotros no avanzamos pues que nadie a nuestro alrededor avance.
El mexicano se hace pasar por una persona dura, con un caparazón, que sin importar la situación no deja ver su interior; creemos saberlo todo y no necesitamos aprender nada más ni de otros, con lo que limitamos nuestro crecimiento personal. Vivimos en el pasado en lugar de pensar en que el futuro puede traer mejores cosas, nos estancamos en lo negativo y no nos permitimos disfrutar el hoy. En nuestro más profundo ser sabemos lo que queremos, pero no nos sentimos lo suficientemente fuertes para luchar por ello y si tan sólo tratáramos de esforzarnos por lograr más y mejores cosas otra sería nuestra situación y por supuesto la de nuestro país.