Se han preguntado ¿por qué comemos “rosca” en el Día de Reyes?
Llamamos rosca de Reyes al pan dulce en forma ovalada adornado con rodajas de fruta cristalizada con figuritas del niño Jesús en el interior que comemos el 6 de enero o Día de Reyes.
El origen de la rosca está relacionado con las festividades romanas. Éstas eran fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano en general pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos. Ya en el siglo III, en el interior del dulce se introducía un haba seca, y el afortunado al que le tocaba era nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido de antemano. En España, la rosca sigue conteniendo un haba.
La rosa original no llevaba ningún acompañamiento o ingrediente añadido, pero desde el último tercio del S. XX se preparan variedades con nata, crema o chocolate en su interior, y suele acompañarse con chocolate caliente.
La tradición en México fue importada en el siglo XVI desde España. En México, la persona a la que le toque la figurita del niño Jesús se compromete a preparar tamales para todos los presentes el Día de la Candelaria, celebrado el 2 de febrero. El muñeco era originalmente de porcelana o cerámica, pero actualmente es de plástico para que resista al calor al momento de hornearse.