Mucho se ha oído hablar de la risoterapia en los últimos años, pero pocos saben con precisión de lo que esto significa y los beneficios que se pueden generar a través de la misma.
La risoterapia es una estrategia psicoterapéutica con la finalidad de conseguir beneficios, principalmente emocionales, a través de la risa.
La estrategia fue descubierta por ‘Patch’ Adams, médico estadounidense quién también es activista social, diplomático y escritor. Adams se encarga cada año de organizar un grupo de voluntarios de todo el mundo quienes, junto con él, se dedican a viajar a distintos países vestidos de payasos, llevando el humor a los huérfanos, pacientes y otras personas.
Patch Adams tuvo una adolescencia un tanto difícil pues después de la muerte de su padre a causa de la Guerra de Corea, Adams, atenta contra su vida en más de una ocasión. Sin embargo, no fueron más que intentos fallidos, por lo que voluntariamente ingresa a un hospital psiquiátrico en Virginia.
En el hospital, este importante personaje se pregunta a sí mismo “¿Existirá alguna otra forma de responder a un mundo sin amor que huyendo de éste?” Patch sale del hospital psiquiátrico para ingresar a la escuela de medicina, pero no es sino hasta que egresa que el joven funda un hospital gratuito en Virginia del Oeste. El hospital estaba abierto 24 horas, siete días a la semana y estaba dedicado a atender todo tipo de necesidades médicas. Durante 12 años en los que el hospital estuvo en funcionamiento, fueron 15,000 los pacientes atendidos.
En México, la fundación Soñar despierto (organización apolítica, dirigida por jóvenes que promueven y viven la solidaridad y la generosidad, transformando la vida de aquellos que se encuentran más desprotegidos: los niños.) es la encargada del programa Contagia Alegría, misma que transmite a los niños hospitalizados la alegría de vivir, a través de visitas al hospital por parte de los Clowns voluntarios y capacitados en el Arte Clown.
Nuestra casa de estudios, la Universidad Anáhuac Mayab, a través de Red Misión, decidió de manera acertada buscar la capacitación de la primera generación de Clowns. Es así como en 2011 surge este proyecto a cargo de Ricardo Cruz, alumno de la carrera de Contabilidad de esta misma universidad.
Hasta la fecha han sido tres las generaciones beneficiadas con esta capacitación, mismas que con visitas quincenales al semestre se han encargado de contagiar alegría en los principales hospitales de la ciudad de Mérida.
Edna Fernandez, voluntaria del programa y estudiante de Ingeniería Civil, llega al Deportivo Cumbres un sábado por la mañana cada quince días. Emocionada y con la bata en mano se reúne en el estacionamiento con los otros clowns que durante 20 minutos se maquillan mientras hablan de las visitas pasadas. En ese momento se ponen de acuerdo por grupos para visitar distintos hospitales de la ciudad.
Cuando finalmente están listos, es momento de ponerse la nariz y subirse al carro con dirección al hospital para cumplir su objetivo: regalar sonrisas. «Cuando vamos al hospital, a veces siento nervios porque no sé lo que me espera, al mismo tiempo siento emoción por hacer algo que me gusta, ya que estoy ahí los nervios se me quitan brincando.»
El hospital tiende a ser un ambiente frío, lleno de esperanzas vivas y perdidas compartiendo el mismo lugar, «El programa me gusta porque es una forma divertida de cambiarle el día a las personas, algo diferente siempre es bueno y más para las personas que están en un hospital, pues sólo el hecho de estar ahí los deprime.»
Los clowns por fin llegan al hospital. Se forman en dos filas y van cantando la marcha de la alegría con una bandera que lleva el logotipo del programa, todos con narices rojas y una sonrisa en la cara van saludando a todas las personas que, con cara de asombro ven a los voluntarios, «Generalmente nos separamos en grupos para no abrumar a las personas, empezamos a crear alguna dinámica entre todos y conocer a los pacientes, cuando tenemos que irnos nos despedimos y salimos del hospital con marchas y canciones.»
Al finalizar la actividad los Clowns, regresan al estacionamiento del deportivo Cumbres, como en el principio. Se quitan la nariz y la pintura de la cara para que a manera de retroalimentación platiquen entre ellos cómo les pareció la visita, se recomiendan actividades y se felicitan por la labor que hicieron ese día.
Por otro lado, Marisol Miranda, estudiante de la Licenciatura en Psicología y voluntaria del programa desde hace tres años, con emoción nos cuenta cómo ha sido beneficiada a través del programa, «ha sido una experiencia incomparablemente enriquecedora, me ha dado la oportunidad de conocer otra padre mi, este personaje que me invade y se ha vuelto parte de mi vida y que me ayuda a sacar lo mejor de mi.»
Ella es la ‘Dra. Bellota’ en el programa y cada visita se caracteriza con vestimenta verde y una diadema con una flor enorme, «una vez un amigo que quiero mucho me recordó que el personaje tiene que estar de manera constante en nuestra vida y creo que ésa es la esencia del programa, lo que nos permite seguir con tanta facilidad».
Marisol, una chica foránea que está dedicada al servicio y tiene un gran espíritu misionero, también es voluntaria de Soñar Despierto con otros apostolados «Considero que lo más importante que generó en mi historia de vida, es la gente asombrosa que he conocido en distintas ciudades, la calidez humana que nos ha hecho parte de este ejército de narices rojas y me siento mucho más afortunada de poder llamarles mis amigos.»
«El maquillaje que embellece más es una sonrisa sincera.» -Anonimo.
Para conocer más del programa puedes comunicarte con la Psic. Daniela Almada, coordinadora de Pastoral y Red Misión.
Tel: 942-48-00 Ext. 203
Email: [email protected]
Para los Hospitales es un Medicamento mas para los Enfermos La Risa ,me encantan ustedes ,me gusta que visiten,mucho a los Viejitos ,desahuciados,los Felicito . Por su gran Corazón ?