Por: Jorge Pérez Montes de Oca
Termina por fin la novela de Carlos Vela. Una novela que probablemente fue de las más duraderas con respecto a la selección mexicana. Hoy el jugador de la Real Sociedad ha hecho saber a Miguel Herrera que no está interesado en formar parte de la selección que representará a México en la justa mundialista. La razón la conocemos desde hace ya tiempo, y Vela la ha repetido en múltiples ocasiones: «No estoy mentalmente al cien por ciento para representar a la selección».
Si es así o no, me parece que no es momento de saberlo, lo será en un futuro o tal vez vivamos siempre con la incertidumbre acerca de ese tema. Tras las repetitivas negativas de Carlos Vela a la selección, mucha gente especulaba que el jugador quería enfocarse a su club (Real Sociedad) y que el momento que vivía en dicha institución debía aprovecharlo. Pasaron los meses y a su vez las convocatorias y la negativa de Carlos era la misma, es ahí cuando nos dan a entender que la decisión del jugador puede venir de algo personal.
Muchos, y me incluyo, tenían la esperanza de ver a Carlos defender los colores del ‘Tri’ en 2014, pero hoy esa esperanza se ha esfumado. La gente tiene derecho a estar triste, molesta o hasta en su parecer feliz de la decisión del ex campeón mexicano Sub-17. Lo cierto es que el jugador mexicano que despliega mejor fútbol hoy en día verá el Mundial por televisión.
Por supuesto, cabe aclarar que Vela al igual que nosotros es una persona normal, con opiniones y decisiones personales que deben respetarse nos gusten o no. La gente, por su parte, puede cansarse de pedir explicaciones al jugador de San Sebastián, pero la realidad es que éste ya las ha dado, sean creíbles o no. Tampoco nos metamos en temas de patriotismo ni agrandemos un tema que no sale del contexto de lo que hoy llamamos fútbol. No veamos a Vela como un enemigo a la patria, sino como un mexicano más que ha ejercido su derecho de libertad de expresión.
Insisto: el caso de Vela es una gran incertidumbre para muchos y sin duda hay información confidencial que esta fuera de nuestro alcance, información que sólo saben Carlos Vela y la Federación Mexicana de Fútbol.
