Paletas de corazón de un San Valegrinch #BitácoraSideral

Paletas de corazón de un San Valegrinch #BitácoraSideral

En un planeta extraño… la gente se esfuerza por demostrar quién recibe mayores muestras de afecto materiales o quién le pone más corazoncitos a los mensajes de texto. Si algo es realmente verdad en esta fecha, es que cada quien ve el 14 de febrero según cuán enamorado se siente: los optimistas celebran el «día de la amistad» y los pseudo-optimistas, un día de la madre adelantado o eso dicen con el «preocupate cuando no tengas con quién celebrar el 10 de mayo»… 

Mejor hablemos de cómo hacerle el día a alguien con las paletas de corazón tan comunes.

Hace unos días me encontraba en una caja del supermercado, un chavo llevaba con él un oso de peluche, ya saben, de esos que les presionas alguna pata y dicen una sarta de cursiladas bien graciosas. Adelante de nosotros se encontraba una niña con una apariencia no tan habitual para la gente superficial, a mí se me hacia tierna la forma en la que veía al muchacho, con cierto cariño y sorpresa, pero por las expresiones del adolescente me imagino que no pensaba lo mismo para él. Tal vez era como encontrarse con algo completamente desconocido.

Esta escena me hizo recordar mi 14 de febrero de hace un año. Me dirigía a casa en transporte público, después de un frustrante día de ser brutalmente sacado del campo por la niña que me gustaba en ese entonces. A mi lado iba una chica con lo que creo era un tipo de padecimiento genético; ella iba sentada en las piernas de su madre, la pequeña sonreía y jugaba con el llavero de mi mochila cuando un grito le fue dirigido por «molestarme» y su reacción fue el llanto.

Me encontraba en la desesperación, me sentía culpable,  busqué en mi mochila apresuradamente, encontré una paleta de corazón -esas que todo mundo regalaba en prepa- y, a pesar de que me la había dado una amiga, decidí dársela a la niña pues no sabía ni donde meter mi cara. Meses después me encontré a su madre y me dijo que la niña guardaba la paleta, que ella decía que era su mejor regalo de un 14 de febrero.

Desde eso, para mí el «San Valentín» obtuvo otro significado. No tanto por la fecha sino la actitud hacia esta. Debemos recordar que no sólo hay amor íntimo, vivimos rodeados de gente esperando afecto, aunque sea un «buenos días» o una sonrisa en el pasillo. Hay que hacer lo posible por querer cada día, incluso cuando sientas que no soportas al prójimo y más aún cuándo sea diferente.

Este «Día del Amor y la Amistad» decide a cambiar tu actitud y hazle el día a alguien, a cualquier persona… Podrías llevarte la sorpresa de tu vida.

 

No sabes lo que en una persona genera,

la sonrisa ajena.

 

Fuente de la foto: http://nuecesydulces.mx/tienda_2/image/cache/data/productos/Dulces/paleta-cupido-680×453.jpg

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