“Estoy aquí porque soy gay y porque tal vez pueda hacer la diferencia para ayudar a otros a tener una vida más fácil y un rato más esperanzador. Sin importar mi persona, yo siento una obligación personal y una responsabilidad social; lo hago también egoístamente porque estoy harta de fingir y me cansé de mentir por omisión. Sufrí por años porque tenía miedo de salir…” Esto sólo es una parte de lo que Ellen Page dijo el pasado 14 de febrero en una conferencia de ‘Human Rights Campaign’ un grupo dedicado a los derechos de la comunidad LGBT.
Sé que piensan: “Es sólo otra artista admitiendo su orientación sexual, ya lo hemos visto antes ¿Por qué tanto alboroto?” Bueno, realmente no sé si lo piensan y ni qué piensan, pero hay algo este discurso al que he dado play más de 10 veces (sin mentir) que lo hace especial porque para la mayoría que una artista admita su orientación sexual es algo muy “innecesario”, pero no es así, una artista admitiendo su sexualidad es darle fuerza a quienes todavía no se atreven a salir, es darle fuerza a quienes les han hecho sentir que su manera de amar está mal, es darle fuerza a un adolescente que no deja de pensar que debería morir por no ser como los demás.
¿Sabías que hay 4 veces más suicidios adolescentes por bullying hacia su orientación que por otro aspecto de su vida, ya sea físico, religioso, económico, etcétera?
Cada día las barreras que se han puesto a la sexualidad humana se están venciendo, no solo hay que tolerar, hay que aprender a aceptar. La aceptación no tiene excusas. Sé que este cambio va a costar y será un camino muy largo, pero, sin duda, hay gente que no se da por vencida en esta lucha, que es para sí mismos y para quienes aún tienen miedo; lo consideran más que una declaración, es darle la mano a alguien que siente que se está cayendo.
Tomando otro punto, Page dijo: «Yo no suelo leer las noticias de la farándula porque lo tengo como regla, pero un día leí un columnista que preguntó: ¿Por qué esta diminuta belleza insiste en vestirse como un hombre grande?», a lo que ella respondió: «Porque me gusta estar cómoda…» y podemos hacernos las siguiente preguntas: ¿Quién ha puesto las reglas de que el color rosa es para niñas y el azul para niños? ¿Cuándo decidimos que los deportes son cosas de hombres? La actriz no sólo abordó la homosexualidad, sino la igualdad de género. Y su mensaje fue claro: si en vez de marcar nuestras diferencias viéramos con amor al que está a nuestro lado el mundo sería un lugar mejor. En la actualidad, la sociedad se empeña tanto en recordarle sus diferencias al otro que lo llevamos a un punto de odio y repulsión.
Quiero poner como ejemplo la película: «Mi vida en rosa» de Alain Berlinier, a pesar de que ya tiene 16 años -ya que fue hecha en 1998- toca un tema que en esos tiempos -sobre todo en Francia- era un tabú. ¿De qué hablo? El género en la infancia. La película habla sobre Ludovic, un niño que cree que cuando crezca será una niña. Su pensamiento es abordado con fantasía y magia con la que se puede caracterizar a un niño de ocho años. No quiero dar spoilers de la película (quisiera que la vieran), pero en ella podemos ver dos cosas: su deseo no sólo es una fantasía o una etapa, y a la vez, hasta qué punto puede ser cerrada una sociedad. Esta película es y debería seguir siendo tomada como un ejemplo de como la ignorancia afecta y destruye…
TE AMO HIJA Y ORGULLOSO DE USTED