Estragos en la Universidad Anáhuac a causa de la lluvia y el granizo.
La lluvia, que se precipitó cerca de las cinco de la tarde de ayer, causó estragos en el campus de la Universidad Anahuac Mayab debido a los fuertes vientos, los cuales alcanzaron los 50 kilómetros por hora, según indicó Roberto Pinzón Álvarez, director general del OCPY de la Conagua.
Los vientos rápidos provocaron que un árbol fuese arrancado desde su raíz y cayese sobre un auto en el estacionamiento, ubicado frente a la cafetería de la universidad. Asimismo, otro árbol cayó detrás del edificio tres del campus en un área verde.
Otros percances se presentaron en el estacionamiento trasero de la institución cuando algunas ramas de árboles cayeron y ocasionaron daños en los vehículos.
Además, un gol rojo con placas ZAP-37-35, estacionado detrás del edificio tres del campus, recibió el impacto de una rama en el cristal izquierdo trasero.
Otro vehículo, propiedad de Óscar Ventura, estudiante de la Licenciatura en Comunicación, recibió el impacto de una rama en el parabrisas, ocasionando que éste se cuarteara por completo y que lo inutilizó para su conducción puesto que era imposible ver a través de éste.
Los hechos sucedieron cerca de las cinco de la tarde cuando comenzaba a llover, pero repentinamente, como una turbonada, el viento incrementó su velocidad, arrojando por los pasillos de la universidad botes de basura, sillas, mesas y hasta dispensadores de agua que causaron fuertes ruidos que sorprendieron a alumnos y maestros, quienes suspendieron clase por unos minutos para observar las ráfagas, semejantes a las de un huracán.
Asimismo, los testigos de la fuerte lluvias se sorprendieron al notar que también se encontraba granizando a la par de la tempestad por lo que comenzaron a tomar fotos y enviar mensajes del suceso en diferentes redes sociales.
La precipitación también ocasionó que la energía en los edificios se cortara por momentos, sin embargo el equipo de mantenimiento y seguridad de la universidad se coordinó para solucionar los inconvenientes.
Al cesar la lluvia, la comunidad universitaria regresó a sus actividades, así también varias personas pudieron retirarse del campus en sus vehículos esquivando las pequeñas ramas desperdigadas por el estacionamiento.
Por último, un grupo de alumnos, al momento de retirarse, encontró lo que les pareció una cría de búho, que se encontraba cerca del estacionamiento, empapada y temblando que decidieron llevarse para cuidarlo.