Una empresa ha podido ofrecer a los más valientes la posibilidad de tener esta experiencia
Oculus Rift es un aparato que se coloca en el rostro y genera imágenes para convertir tu entorno en realidad virtual. Ahora, aprovechando ese invento, la empresa VR Coaster ha logrado combinar las experiencias de un juego de realidad virtual y una montaña rusa.
Por el momento se requiere que una persona esté a un lado del usuario del Oculus Rift modificando el entorno para que se sienta más realista, pero eso no podría evitar que en un futuro no se necesite de esta asistencia para lograr que la experiencia sea totalmente independiente.