Como parte de un proyecto personal, Joselyn Amaya, alumna del primer semestre de la Escuela de Comunicación, realiza entrevistas con un sólo objetivo: conocernos más allá de las aulas y los pasillos. De esta forma, esta serie arranca con uno de los maestros más queridos de la Anáhuac Mayab: Carlos Pérez Várguez, profesor de la Escuela de Comunicación. Esperamos que este esfuerzo sea de su agrado.
Por: Joselyn Amaya
El Altavoz: ¿Cómo es que siempre estás de buen humor?
Carlos Pérez: Yo creo que hay una fórmula muy interesante: apasionarte por lo que haces, que realmente te apasione, te guste, que realmente lo ames. Si no amas lo que haces, lo vienes a sufrir. A mí me gusta mucho dar clases, me apasiona mucho. (…) esta pasión por lo que digo en la clase o hago en mi trabajo, trato de contagiarla a otros.
Eso fue lo que respondió ‘Charly’, un maestro muy querido dentro de la familia Anáhuac Mayab, ya que si algo lo caracteriza es el increíble humor que contagia a kilómetros de distancia y te llena de felicidad.
Charly, aunque muchas personas no lo sepan, es una persona muy trabajadora, pues se despierta temprano de lunes a domingo. Entre semana, sale de su casa desde las 6:30 AM y regresa hasta las 10:00 PM. Durante todo el día, se siente tranquilo y afirma: “Hay algo que hago todos los días, cada vez que salgo de mi casa, muchos no tienen esa percepción de mí; siempre me encargo a Dios, siempre, de verdad. Cuando salgo y siento que hice eso, me da mucha tranquilidad (…) La tranquilidad para mí es una felicidad”
Las ideas de este gran maestro ante la vida con grandiosas y mucho de eso se debe a la actitud aprendida por sus padres: “Mi padre fue una persona sumamente positiva, tuvo tres enfermedades muy graves, pero era una persona muy positiva. De todas sus enfermedades como el cáncer, el corazón y el celebro; jamás lo vi quejándose. Jamás se quejó de un dolor, todo lo veía de forma positiva (…) Y mi madre era una persona muy extrovertida.”
De esta forma, Charly fue hijo único y resultado perfecto de la combinación de actitudes de sus padres.
“Una vez escuché una enseñanza oriental que me gustó: no es lo mismo reír que sonreír. Puedes reír por una broma, por compromiso, pero el sonreír no es un compromiso, el sonreír nace del amor, de aquí del corazón y una sonrisa es un abrazo”, expresó.
Por último, una de las misiones de ‘Charly’, además de alegrarle el día a muchas personas, es cambiar para bien a sus alumnos, enseñarles: “Tengo una misión que es enseñar. Mi compromiso con la universidad Anáhuac Mayab es enseñar a los alumnos. Un alumno que pase por mi salón de clase debe salir diferente a como entró, no puede salir igual, algo debí crear en él”
Sin duda, hemos iniciado esta seria con un admirable ser humano, un auténtico maestro Anáhuac Mayab.
Fuente de la imagen: Anáhuac Mayab
¡¡¡Muy buena tu iniciativa y proyecto Joce!!!, me gustó mucho. Aparte me parece muy adecuado que se le dé el justo reconocimiento a los maestros.