¿Sabías que, año con año, 14,2 millones de hectáreas de bosques son taladas, plantándose apenas 5,2 millones? Posiblemente no, y por lo tanto, ahora sabemos lo importante que es moderar la compra de árboles navideños naturales, los cuales, al finalizar la temporada, son desechados sin remordimiento alguno.
Las empresas que proveen a los centros comerciales estos productos se encargan durante todo el año del cultivo y cuidado de los árboles en áreas designadas. Al llegar al tamaño ideal, se cortan, para posteriormente ser repartidos y vendidos. Después de eso, inmediatamente se siembran otros en el área vacía para que dentro de unos años estén listos. No obstante, este desgaste de los bosques es innecesario. Podemos cambiar.
Lo anterior, demuestra que vivimos en una época de consumo, en la cual, lo que deja de servir, es desechado. Se compra y se vuelve a comprar. Esto termina siendo más caro para nuestros bolsillos, pero sobre todo para nuestro cada vez más agotado mundo.
En ese sentido, habiendo tantas soluciones como utilizar un árbol cualquiera, que por el viento o alguna otra situación se haya caído, replantar el árbol y reutilizarlo en las próximas navidades o simplemente comprar un árbol artificial con un tiempo de vida de 20 años, son soluciones mucho más positivas. Pero, como siempre, nos hacemos a los sordos y las evitamos con un poco de ayuda del consumismo y su maravillosa publicidad.
Hay que estar conscientes de que con la mínima ayuda podremos salir adelante, ya que dentro de pocos años, el daño será irreversible y nuestro planeta seguirá desgastándose poco a poco hasta extinguirse.
¿Estás dispuesto a vivir con ese cargo de conciencia?