Empresarios acusan a grupos radicales de provocar cuantiosas pérdidas económicas.
Luego de sufrir saqueos, así como la retención de sus empleados por radicales presuntamente vinculados al movimiento por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, la empresa Coca-Cola (FEMSA) decidió en días pasados suspender sus actividades en Chilpancingo, Guerrero hasta nuevo aviso.
Aparentemente, estudiantes y profesores respaldados por organizaciones sociales han promovido el saqueo de camiones distribuidores de la empresa Coca Cola a fin de incitar la cooperación y apoyo de los automovilistas en sus protestas, acción por la cual se impusieron demandas de carácter penal por parte de la organización comercial.
Posterior, de acuerdo con información publicada por Milenio, el 17 de febrero fueron detenidos tres presuntos responsables por el saqueo de camiones repartidores. En respuesta, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) tomaron rehenes al gerente y al subgerente de las instalaciones de FEMSA.
A su vez, trascendió que el resto de los empleados de la Coca Cola fueron llevados a la plaza central de Chilpancingo, envolviéndolos en un enfrentamiento con policías estatales que concluyó con 10 lesionados y dos maestros detenidos.
Empresarios de la entidad llamaron al gobierno a establecer medidas de control más estrictas para dejar de sufrir las pérdidas económicas provocadas por dichos grupos.
Fuente de la imagen: http://media.proceso.com.mx/media/2015/02/c56a6e93c3e0461d7a-ogp141224-chilpancingo12-d.jpg