El presidente Barack Obama celebró el acuerdo con la nación de Medio Oriente, pero advirtió que ésta será vigilada.
En días pasados, se alcanzó un acuerdo final en lo que refiere al programa nuclear de Irán en Lausana, ciudad suiza donde seis potencias mundiales sostuvieron pláticas con el país islámico por más de una semana.
De esta forma, tras la reunión, se acordó que Irán reducirá su enriquecimiento de Uranio, al igual que la producción de este material nuclear. A su vez, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) realizará con frecuencia labores de monitoreo.
Además de lo anterior, Estados Unidos y la Unión Europea acordaron la reducción de sanciones en la medida que el país de Medio Oriente cumpla con los compromisos acordados en la mencionada reunión.
El acuerdo originó diferentes reacciones alrededor del mundo, como la del líder israelí Benjamin Netanyahu, quien expresó a través de Twitter: «Cualquier acuerdo debe recortar significativamente las capacidades nucleares de Irán y detener su terrorismo y agresión».
A su vez, Netanyahu agregó que un “mal acuerdo” puede poner en peligro la seguridad de Israel. Cabe destacar que Arabia Saudita e Israel encabezan la oposición al pacto, dejando en claro que el acuerdo tiene «pequeñas aberturas» para que Irán se pueda hacer con una bomba nuclear.
Por el contrario, en Rusia, se elogió el acuerdo como un reconocimiento al «derecho incondicional de Irán a un programa nuclear pacífico», mientras que el canciller francés Laurent Fabius comentó a la prensa que se dio «un paso positivo, pero al mismo tiempo todavía hay preguntas y detalles que deben ser resueltos».
En Irán, el presidente Hassan Rouhani calificó el hecho como histórico y sostuvo que éste será recordado en la memoria del pueblo iraní. Además, afirmó que su país cumplirá con su palabra.
Estados Unidos también consideró este acuerdo como “histórico”, aunque la nación musulmana será vigilada muy de cerca. «Si Irán hace trampa, el mundo lo sabrá», indicó Barack Obama.