El atentado amenaza la seguridad de la Feria Mundial que se celebrará en la ciudad el 1° de mayo.
Tras ser acusado de bancarrota fraudulenta, un hombre abrió fuego el pasado jueves 9 de abril en el Palacio de Justicia de Milán, dejando cuatro muertos, entre los cuales se encontraban el juez del sector de quiebras empresariales, Fernando Ciampi, su abogado y otro acusado, Giorgio Erba, que llegó con vida al hospital pero que falleció en el quirófano a causa de la gravedad de sus heridas.
El hombre, identificado como Claudio Giardelli, fue capturado a casi 25 kilómetros de distancia en el municipio de Vimercate cuando huía en una motocicleta.
Tras el incidente, el primer ministro italiano Matteo Renzi expresó su preocupación y prometió ordenar una investigación sobre cómo se logró filtrar al edificio Giardelli cargando un arma de fuego, ya que en éste se usan detectores de metales para los visitantes, mas no para quienes laboran allí.
Durante el atentado, los empleados tuvieron que atrincherarse en sus oficinas, mientras los agentes de la policía buscaban al agresor, quien deambulaba de un piso a otro.
Pasado el peligro, los presentes en el edificio avisaron a sus familiares que se encontraban bien mediante mensajes de texto, evacuándoseles ordenadamente tras verificar las autoridades sus credenciales de identificación.
Actualmente, Giardelli está arrestado en la comisaría del Cuerpo de Carabineros, donde será sometido a múltiples interrogatorios.
