Andrés Reséndiz Sánchez, el narrador de la gimnasia

Andrés Reséndiz Sánchez, el narrador de la gimnasia

Tras una extraordinaria actuación en la pasada Olimpiada Nacional, Andrés Reséndiz, estudiante de Ingeniería en Diseño y Animación Digital de la Anáhuac Mayab, está seguro que lo mejor está por venir. 

Asienta cuatro medallas de oro y una de plata sobre la mesa justo cuando voy a preguntarle cómo le fue, hace unos días, en la Olimpiada Nacional. Se llama Andrés Reséndiz Sánchez, tiene 19 años y quiere escribir una nueva historia en la gimnasia artística mexicana.

11296446_980038288681846_1721179570_oSé de cierto lo último porque no es mi primera charla con él. A Andrés lo conocí de niño, dando piruetas, con todo y medallas, en los pasillos de una universidad local donde su mamá, la entrañable maestra Claudia Sánchez, coordinaba la carrera de mercadotecnia.

De aquel entonces hasta ahora ha pasado mucho tiempo, el cual ha dado como resultado una larga trayectoria de 14 años que incluye diferentes preseas en competencias locales y nacionales.

Por ello, se comete un disparate si Reséndiz Sánchez, quien además cursa Ingeniería en Diseño y Animación Digital de la Anáhuac Mayab, no es nombrado cuando se habla de gimnasia artística en nuestro país.

Lo ocurrido en la Olimpiada Nacional 2015, celebrada en Monterrey, es sólo un ejemplo de lo anterior.

Sobre este importante evento deportivo, Andrés comenta: «Tuve dos días de competencias (en Monterrey). El jueves fue la competencia all around […] me fue súper bien, gané primer lugar y me sentí súper bien porque no me caí de ningún lado y la verdad fue (una competencia) muy limpia y muy importante […]».

A su vez, el sábado, en el marco de la fase final de la competición,  el joven gimnasta de la Anáhuac Mayab continuó con las buenas actuaciones, y aunque se zafó de la barra fija, aparato que es su especialidad, la calidad enseñada en tierras regiomontanas le valió para alcanzar tres oros y una plata en salto, anillos, barras paralelas y arzones, respectivamente.

En otro orden, sobre las razones que han impedido a muchos gimnastas mexicanos destacar a nivel internacional, Reséndiz Sánchez explica que, más allá del apoyo económico -que no siempre es suficiente- muchos de estos atletas se desvían o se cansan ante el largo camino que debe recorrerse para destacar ante grandes potencias de la disciplina como Japón, China o Estados Unidos, en el caso varonil.

«(Para destacar) hay que ver (a la gimnasia) como una mesa de cuatro patas. La primera pata es el apoyo económico; la segunda pata, el apoyo de tus padres; la tercera es darle toda tu disposición a cualquier motivo del entrenador […] y la cuarta […] que es la más importante,  es el corazón de querer a este deporte y se seguir siempre en la lucha, a pesar […] de los malos momentos».

Por último, Andrés, además de agradecer el gran apoyo de sus papás, Esteban Reséndiz y Claudia Sánchez, así como el de la Universidad Anáhuac Mayab para continuar con sus estudios en esta etapa de la vida, reitera que se vienen más entrenamientos y competencias.

«Empecé a los cinco años y medio […] ahorita tengo 14 años entrenando […] y todavía voy a seguir porque hay otros eventos importantes en los cuales quiero participar».  Esos eventos —explica el futuro ingeniero— se llaman Juegos Olímpicos, el único desenlace que quiere para la historia deportiva que escribe con la gimnasia.

— «Entonces, ¿tú crees que vas a estar en Juegos Olímpicos?» — pregunto.

«Creo y así será» — contesta.

Yo también lo creo. Será difícil que la vida pueda desmentir la historia de verdaderos triunfos que este narrador de la gimnasia, entre arzones, saltos y barras paralelas, quiere contarle a México y al mundo entero.

Por ello, habrá que aprenderse muy bien el nombre. Yo me permito repetírselo: se llama Andrés Reséndiz Sánchez y sólo tiene 19 años.  

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