El narcotraficante huyó a través de un túnel de 1.5 kilómetros
Calificada como “una afrenta” para el Estado Mexicano por el presidente Peña Nieto, en la nueva huída de Joaquín Loera ‘El Chapo’ Guzmán, ahora del Centro Federal de Readaptación Social número 1 El Altiplano, estarían coludidas autoridades del propio penal, así como del exterior, de acuerdo con versiones de diferentes medios de comunicación.
La última vez que Guzmán Loera fue visto en el centro penintenciario, donde estaba recluido desde febrero de 2014, se dirigía a la regadera de la estancia 20 del pasillo 2. Eran las nueve de la noche del pasado sábado 11 de julio. No obstante, debido a su prolongada ausencia, decidieron ir a revisar su celda, en donde tampoco lo encontraron, por lo que los celadores regresaron al área de las duchas.
Fue allí -según testigos- donde se halló un agujero de 50 por 50 centímetros que descendía por metro y medio hasta dar con un túnel de 1.70 metros de alto por 58 centímetros de ancho de 1.5 kilómetros de extensión.
Dicha construcción, que según Milenio se habría edificado a lo largo de nueve meses, cuenta con sistema de ventilación e iluminación y finaliza en una obra negra ubicada en la colonia San Juanita del municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
Autoridades y personalidades emitieron comentarios sobre este nuevo escape. Así, mientras que Peña Nieto confió en que Guzmán sea recapturado, el magnate Donald Trump ironizó sobre el hecho y escribió, a través de su cuenta en Twitter, la frase “se los dije” para después señalar que es su país quien paga el precio de la corrupción en México.
