El sacerdote de origen italiano describe a don Gustavo como un líder que da mucha importancia a la caridad.
Para el padre Luis Penna, vicario general de la diócesis de Nuevo Laredo, Tamaulipas, don Gustavo Rodríguez Vega, quien tomará posesión como arzobispo de Yucatán el próximo 29 de julio, es un sacerdote cercano, atento, “que se preocupa por las personas”.
En amena entrevista vía telefónica realizada en días pasados, el padre Penna, quien colaboró intensamente en la labor pastoral de don Gustavo a lo largo de ocho años, sostuvo que algunas de las virtudes que recuerda especialmente del nuevo prelado son su gran empatía, capacidad de diálogo y sabiduría.
“Lo que más me llama la atención es que es capaz de escuchar, de cambiar de opinión, es bastante cercano. Además es un hombre sabio, que predica la palabra con mucha experiencia”, expresó.
Al preguntársele sobre la gestión de don Gustavo como obispo de Nuevo Laredo, el padre Luis sostuvo que ésta se caracterizó por su uniformidad, con una dimensión especial para la caridad, dirigida a los pobres, ya que a su vez -señaló- Rodríguez Vega está muy preparado en el ámbito de la doctrina social de la Iglesia.
“(Don Gustavo) Impulsó otras parroquias, trabajó muy bien con el presbiterio y en la relación con los obispos de la frontera […] (se caracterizó) por un sello cercano a los migrantes, insistió mucho en la atención a los necesitados”, puntualizó.
Por último, al cuestionársele sobre su personalidad, el padre Penna dijo: “No es polémico, es muy centrado, es muy incisivo en la cuestión social, y aunque está cerca de los humildes, no excluye… su presencia de pastor no hace diferencias”.
El presbítero Luis Penna es originario de Polia, al sur de Italia. Llegó a México a los 33 años de edad y recientemente celebró sus 46 años de ordenación sacerdotal.
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