En un ambiente tanto de tristeza como de alegría, cientos de personas asistieron a última celebración eucarística de monseñor Álvaro García Aguilar como párroco de la iglesia de María Inmaculada, la cual tuvo lugar el pasado jueves cuatro de octubre a las ocho de la noche.
Con una iglesia llena y muchos aplausos fue recibido el ahora ya ex párroco al inicio de su celebración, en la cual fue acompañado por amigos sacerdotes, al igual que sus dos vicarios: Mario Cervera Ancona y Raúl Cardoz Fernández, quien ahora será párroco de la iglesia San Antonio de Padua en el Fraccionamiento Granjas.
Su homilía consistió en un pequeño resumen de la historia de la parroquia, en la cual recordó la construcción de dos casas de retiro y el movimiento de apostolados que hay en María Inmaculada, al cual asisten mil 200 jóvenes en el transcurso de cada semana para juntas con sus grupos apostólicos.
“Uno no puede despedirse de lo que tiene en su corazón, y ustedes están en mi corazón», fueron algunas de las palabras de monseñor García durante homilía.
De igual manera, dio a conocer que ahora se dedicará a atender a sus seres queridos y a la asesoría espiritual de manera individual en un departamento ubicado cerca de la parroquia.
Después de la misa, hubo una pequeña convivencia con toda la comunidad, en donde los grupos apostólicos hicieron una actividad para el sacerdote y palabras de despedida por parte de los vicarios y gente cercana al padre García.
El nuevo párroco de la iglesia es el padre Cristian Francisco Uicab Tzab.
A su vez, trascendió que el movimiento se da debido a una nueva ley aprobada por don Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, que busca un constante cambio de párrocos en las Iglesias de todo el estado.
