El arbolito es un símbolo de paz y amor de la Navidad que tiene relación con el nacimiento de Jesús, sin embargo, se dice que decorarlo es una costumbre pagana que nace en Europa y se remota a tiempos muy antiguos.
Cuentan las historias que, antes de que existiera la tradición del árbol de navidad, la gente decoraba sus casas con hojas y flores para darle un significado mágico y religioso.
Así, esta tradición comenzó con la celebración del cumpleaños de Fey (dios del Sol y la fertilidad), ya que los árboles eran considerados un elemento sagrado.
Tiempo después, cuando comenzó la evangelización en el centro y norte de Europa, los pueblos no perdieron la costumbre y siguieron practicándola para celebrar el nacimiento de Jesús, una muestra del sincretismo cultural que éste y otros pueblos han protagonizado.