El príncipe Carlos de Inglaterra fue coronado tras la muerte de su padre, Jaime I. muy pronto sus súbditos (protestantes) se mostraron ofendidos porque el rey se casó con la princesa francesa Enriqueta María (católica). Una forma de defensa del rey fue por medio de la disolución del Parlamento, ocasionando aún más enojo de parte de éstos y provocando una guerra civil.
Los parlamentarios que estaban en contra del rey, tenían como líder a Oliver Cromwell. Cromwell dirigió a los ejércitos y ganó diversas batallas contra el rey. También ayudó a resistir contra el ejército escocés mientras que Carlos I se rendía ante ese ejército enemigo de Inglaterra. Dos años después, un tribunal lo juzgó y lo culpó de traición, condenándolo a muerte.
El 30 de enero de 1648, Carlos I fue decapitado.
La monarquía se abolió y Cromwell tomó el control hasta su muerte en 1658. Lo sucedió su hijo Ricardo pero pronto huyó a Francia cuando se restauró la monarquía en Inglaterra en 1660. Se nombró rey a Carlos II (hijo de Carlos I y Enriqueta María).
El nuevo rey mandó a ejecutar a los jueces de su padre (y entre ellos a Oliver Cromwell) y encarceló a muchos parlamentarios. Decretó una amnistía a algunos seguidores de Cromwell mediante el Acta de Inmunidad y Olvido.
Tiempo después, el 30 de enero de 1661, Cromwell y dos parlamentarios más (Henry Ireton y John Bradshaw), fueron condenados con títulos póstumos de traición y sus cadáveres fueron desenterrados para ser colgados de una horca. El ritual de ejecución póstuma siguió en la decapitación de los tres y sus cuerpos fueron lanzados a una fosa. La cabeza de Cromwell se exhibió en un poste en lo alto del Westminster Hall, en Londres.
La cabeza de Oliver Cromwell estuvo en distintos sitios y desde 1960 está enterrada en tierras del Sidney Sussex College, Cambridge, escuela donde estudió.
Fuentes de información: history.com y hechoshistoricos.es