Hace unos días, mi mejor amiga insistía aún en que la acompañara a la graduación de quienes son una generación anterior a nosotros, algunos conocidos, otros amigos.
No obstante, y con una serie de pendientes rondando mi mente, me fue imposible asistir a aquella celebración y a unas cuantas más.
Quizá por esto, en un momento de ocio, los recuerdos de mi graduación, de mi último año, vinieron a mi mente. El baúl de los recuerdos se abrió y no pude evitar hojear el anuario escolar, riendo y recordando los buenos y – ¿por qué no?- también los malos momentos.
En aquel instante, me di cuenta de que un año al fin había pasado e inmediatamente pensé en que una nueva generación estaba lista para comenzar la hermosa etapa que es la universidad. No obstante, cada nueva era conlleva una serie de preocupaciones, dudas o emociones.
Es bueno saber que muchas personas ya saben lo que harán de su vida al momento de salir del nido -si es que estudiarán fuera de su ciudad-, pero muchísimas más no tienen ni la más remota idea de qué hacer con ella.
Cuando eres joven, tienes la cabeza llena de sueños, aspiraciones, ganas de comerte al mundo en un momento, aunque la realidad es muy diferente. Sin embargo, el miedo por intentar o conocer cosas nuevas muchas veces nos limita en nuestro crecimiento.
Yo, al principio, fui un adolescente adentrándose con miedo a un nuevo lugar: la Universidad, espacio en el cual, poco a poco, he ido descubriendo lo que soy y quiero hacer. Así, al igual que la mía, ahí viene una generación con el mismo miedo que muchos de nosotros sentimos, pero con los mismos sueños y el mismo corazón.
En la Universidad Anáhuac Mayab somos una familia, una comunidad unida que crece junta. En ese sentido, me gusta recordar aquella frase de ‘Lilo y Stich’: “Ohana significa familia. Y tu familia nunca te abandona ni te olvida”. Esa frase va dedicada para aquella generación que ya anda conociendo lo grandioso de la Universidad, a la que se atreverá a vivir la mejor experiencia de su vida.
Así que, si ves que alguien está perdido o confundido, muéstrale el camino, dale la mano, ofrécele tu amistad. La Universidad es un lugar en donde no sólo se viene a aprender: es un espacio en el cual, si sabes aprovecharlo, experimentarás lo mejor de la vida y conocerás a personas que caminarán contigo a lo largo de tu carrera y, a lo mejor, más allá.
