Esta semana hablaba con un amigo sobre la mejor manera de gastar el dinero y llegamos a la conclusión de que era invertirlo, pero surgió la pregunta: ¿En qué invertirlo?
Mi respuesta a esta segunda cuestión fue: “La mejor inversión es viajar”, mientras que, al mismo tiempo, recordaba imágenes increíbles del mundo en mi cabeza.
En mi opinión, una experiencia tan grande y emocionante como viajar no se compara con nada más. Salir de viaje trae muchas cosas buenas a la vida de una persona, ya sea por vacaciones a un pueblo a dos horas de tu ciudad natal o un viaje de semanas al otro lado del mundo.
La primera ventaja por la que buscamos salir de la ciudad es para relajarnos, y aunque es muy buena razón, no debería ser la más importante, ya que en un viaje debes darte la oportunidad de conocer el mundo, pero más que nada, conocerte a ti mismo.
Salir de tu rutina conlleva un cambio psicológico que abre nuestra mente, pues existen lugares completamente distintos en la tierra a los que no estamos acostumbrados y nos exhibe la realidad de otra manera.
Asimismo, conocer una nueva cultura te hace más tolerante y respetuoso, y claro está, te hace más culto si te atreves a involucrarte para aprender de ella.
Personalmente, me declaré «adicta» a viajar después de mi experiencia cruzando “el charco” cuando estaba aún muy joven. Después de ello, pude reconocer que esto cambia la manera de percibir el mundo.
No soy la más experimentada, pero te exhorto a darte el tiempo para realizar la mejor inversión que puedes hacer en la vida…
¡Bon voyage!
