Por Miranda Sánchez
El pasado 14 de octubre, las calles de Izamal fueron testigo de la décima edición de la Peregrinación que Red Misión y Pastoral Universitaria de la Anáhuac Mayab organiza anualmente.
Siete camiones transportaron a los peregrinos, entre estudiantes, egresados, colaboradores e invitados, que caminaron hombro con hombro desde Sitilpech hasta el convento de Izamal.
Al salir rumbo a la ciudad amarilla, el Rector de la Universidad, el Ing. Miguel Pérez Gómez, dirigió unas palabras de motivación al alumnado presente, invitándolos a la reflexión y a tomar la procesión, no como siete kilómetros de camino, sino como un momento de encuentro con Dios, consigo mismo y con el sentido de la vida.
El destellante halo de las velas que los miembro de la procesión sostenían, alumbraba cada paso hacia su destino, simbolizando una ofrenda de luz y de fe.
Entre cantos, un rosario y evidente devoción, caminaron al rededor de trescientos peregrinos, duplicando así, la cifra de participantes del año anterior.
Al llegar al Convento de Izamal, se ofreció una misa a cargo del Pbro. Luis Madrazo. Se consumaba así la semana vocacional.
Al finalizar la misa, los participantes escucharon con respeto el testimonio de Monica Ungo, estudiante de la Escuela de Comunicación de la Universidad y de Ana Lavalle, egresada de la facultad de Mercadotecnia y actual colaboradora de APREU, quienes compartieron sus historias de cómo encontraron el sentido de la vida apartir de su acercamiento con Dios.
Tras la reflexiva caminata, la solemne misa y los honestos testimonios, los peregrinos regresaron a Mérida, dando por terminada la semana vocacional, esperando así, encontrar el sentido de la vida para ser la mejor versión de sí mismos.