Si hablamos de la Copa del Mundo es inevitable dejar de pensar en la Selección Alemana de Fútbol. En ese sentido, su paso por la máxima justa mundialista es arrollador, teniendo en su haber cuatro copas.
De esta forma, ‘Die Mannschaft’ no se puede entender sin un nombre: Miroslav Klose. Oriundo de Polonia, ‘Miro’ se vio obligado a dejar su país y recaló en Alemania. Ahí, obtuvo la nacionalidad alemana y comenzó su carrera futbolística con el 1.FCK. Dio el paso al Werder Bremen para después llegar al Bayern Munich, en donde el resto es historia. Corea-Japón 2002 fue su primer Mundial con la camiseta alemana. Jugó siete partidos y anotó cinco goles.
La revancha llegó en casa, en Alemania 2006, marcó la misma cantidad de dianas pero su equipo se conformó con el tercer puesto. Ya con 32 años y sin ser titular indiscutible, participó en Sudáfrica 2010, cita en la que a pesar de jugar sólo cinco partidos, generó cuatro anotaciones, acrecentando su marca en mundiales. Pasaron otros cuatro años y parecía difícil que pudiera estar en Brasil, no obstante, Joachim Low confió en él y lo llevó.
Klose no sólo vivió su mejor Mundial en 2014, sino que también acabó con Brasil en tres sentidos: la vapuleó 7-1 por uno en Belo Horizonte, en donde fue factor en el marcador con un gol, el cual, lo convirtió en el máximo anotador en la historia de los Mundiales, desbancando al brasileño Ronaldo. El término de aquel Mundial fue perfecto, alzó el título en su último partido internacional, cerrando una carrera futbolística con un broche dorado.
Por: Fernando Quijano Vela
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Fotografía: Internet
