Quiero decir no hay palabras en el diccionario. No existen o no quiero encontrarlas, para no darle sentido a esta locura.
Locura que persigue mis pasos más cerca que mi sombra, demencia que empuja mi brazo hasta llenar la copa, desvaríos que mueven mi pluma como si tuviera vida propia
Tambaleo entre libretas llenas y corazones vacíos, tropiezo entre versos sin destino y banquetas agrietadas, banquetas agrietadas por marchas como la mía, cuyos pasos pesan más que todo el sufrimiento
¿Quién eres tú? Quien me tiene como si fuera arquero ciego, sin conseguir llegar a mi objetivo a pesar de mis flechas que hieren al caer. ¿Y si acierto? Sease por suerte que la vida me llevase para contigo. ¿Y si acierto? Sease por una brisa que oriente mi sentidos. ¿Y si acierto? Sease por otro motivo que la guerra a la tierra que reclamo como mía. Aquélla de ricos cielos dorados que acarician la cara de los hombres de mar. Aquélla de soles que reflejan los bosques, casa de las fieras y la lluvia.
¿Eres tú quien mueve mi pluma?, ¿Eres tú quien acoge mis versos al aire? ,¿Eres tú quien pesa mis pies a la marcha?
Sálvame de este incierto, que aunque te conociere seguirías siendo de mi pluma dueña y mis versos motivos. O sálvame de esta penumbra que he creado tormenta de la lluvia y las lágrimas, que cuando apareciera el chubasco fuera rocío que moja la soledad de la noche en la fresca calidez del alba.
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