Una catástrofe humanitaria sacudió, nuevamente, al mundo. En Jartum, Sudan, miles de manifestantes fueron sometidos mediante un ataque armado que encabezaron militares de dicho país. La agresión se consideró un atentado contra la libertad del pueblo africano.
El ataque fue dirigido por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Reportes oficiales indican que al menos 100 personas murieron, mientras que 400 resultaron heridas. FAR también interrumpió en los días posteriores al ataque en tres hospitales de Jartum.
Los manifestantes mostraban su incoformidad en contra del dictador Omar al-Bashir. Los inconformes exigieron el fin del régimen militar en Sudán. Asimismo, solicitaron que la población tenga el último voto en las elecciones que designan a los gobernantes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque que recibieron los habitantes de Sudán.
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