Jessica Basulto durante en Campeonato Nacional Juvenil de boxeo. Foto: Podio Deportes
Fueron dos razones por las cuales Jessica Basulto Salazar comenzó a practicar box cuando tenía seis años:
1. Porque su hermano mayor era boxeador.
2. Porque le gustaba pelearse mucho con los niños.
El día que su papá, Adrián Basulto, quien es también su entrenador, la llevó al gimnasio por primera vez, Jessica otorgó la primera de muchas entrevistas, ya que ocurrió la casualidad de que unos reporteros de un periódico local se encontraban ahí para entrevistar a alguien más, “Me vieron entrenar, y supongo que llamé tanto la atención, que comenzaron a hacerme la entrevista a mi.”
Jessica «La Princesa Maya» Basulto, a sus 20 años de edad, es boxeadora profesional, debutó el 31 de marzo del 2018 contra Martha «La Cirujana» Poot.
Mientras competía en la categoría amateur, logró en 2015, medalla de oro en la Olimpiada Nacional y en 2016 obtuvo dorado en el Festival Olímpico, en donde un año atrás, había ganado bronce.
Tuvo que esperar a cumplir 18 años para participar en las olimpiadas nacionales, en su primera participación en el Campeonato Nacional Juvenil de boxeo ganó plata nacional, y perdió solamente por un punto contra la entonces tricampeona nacional, Belssia Córdova pero como por obra del destino, un año después, en el 2018, volvió a competir contra ella, ganándose finalmente, el oro.
Lo que más le gusta del boxeo es darse conocer y en sus palabras «ser ejemplo de muchas muchachitas». Jessica comparte que constantemente le llegan mensajes de chicas que la admiran, no solamente por cómo pelea, si no también, por ser un modelo a seguir de mujer y atleta, «Cuando yo empecé decían “Nooooo, ese deporte es solo de niños.” […] No, no sólo es de niños porque yo iba (a las competencias) e incluso le ganaba a los niños, entonces si yo le gano a ellos, eso quiere decir que no sólo es de niños ¿No?»
Cuando empezó a entrenar box a los seis años, era muy escaso ver niñas en la misma disciplina, incluso durante sus entrenamientos y en exhibiciones, Jessica se echaba rounds contra rivales masculinos.
En ciertas ocasiones, ella leía los reportajes que publicaban sobre las competencias en las que Basulto también participaba, pero la mención de su nombre no la encontraba entre las palabras al ser una mayoría de hombres lo que predominaban en el deporte, «Y yo decía «Le voy a echar ganas para que vean que también nosotras tenemos con qué y también sobresalimos.»
La boxeadora menciona con orgullo que la primera vez que salió del estado y compitió en las nacionales, regresó con tres medallas, «Cosa que muchos no hacen.» complementó más tarde.
Actualmente, la campeona nacional ha observado que existe un poco más de difusión y promoción del boxeo femenil en el estado de Yucatán, e incluso conoce más mujeres que se integran al deporte de los golpes. Jessica Basulto espera que las acciones de apoyo hacia el boxeo femenil continúen, y se les siga dando la misma importancia que a la liga varonil.
Entre las atletas que admira se encuentra Claressa Shields, medallista olímpica. En el 2012, Shields ganó el oro durante los Juegos Olímpicos, mismo año en el que el boxeo femenino se impuso como un deporte olímpico
Desde que comenzó a pelear sobre el ring, ha tenido en mente la meta principal, ser campeona mundial. Jessica Basulto es consciente que este es un sueño que muchas mujeres alrededor del mundo comparten, pero que cada día, con cada entrenamiento, detrás de cada medalla, ese título se ve más próximo.