Un estudio de la revista científica Nature Astronomy que estuvo a cargo de investigadores de la Universidad de Iowa y de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) informó que la nave Voyager 2 que se lanzó en 1977 ya entró al espacio interestelar.
Luego de 42 años desde su despegue en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos, la aeronave espacial llegó a la región que media entre las estrellas, lo cual, significó un sólida paso para el mundo científico.
El propósito de la Voyager 2 es estudiar los planetas externos que existen en el universo. Sin embargo, las sondas entraron al espacio interestelar a distancias parecidas del Sol, esto permitió obtener mejores datos específicos de la heliosfera, burbuja magnética que rodea al Sol.
Científicos confirmaron que Voyager 2 abandonó la influencia del Sol el 5 de noviembre del 2018 y Voyager 1 en 2012; las naves estuvieron de un ambiente de plasma caliente y de menor densidad a una temperatura de plasma más frío y más denso en el espacio interestelar.
“No teníamos buenos datos cuantitativos sobre la burbuja que el Sol crea alrededor de sí mismo con su viento solar, el plasma ionizado que se esparce en forma radial en todas las direcciones” comentó el científico Ed Stone.
Un artículo de la revista científica Nature Astronomy a cargo de investigadores de la Universidad de Iowa, señala que el instrumento de ondas de plasma registra que la densidad aumenta.