El mundo entero se encuentra bajo alerta sanitaria. La llegada del coronavirus y su rápido esparcimiento alrededor de los cinco continentes ha puesto en jaque a diferentes actividades de carácter global, entre ellas el fútbol.
La llegada del virus en los grandes escenarios futbolísticos en el viejo continente inició en Italia, uno de los puntos con mayor concentración del COVID-19.
Una de las primeras medidas preventivas que se implementaron fue la disputa de partidos a puerta cerrada. Sin embargo, el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) decretó suspender todos los eventos deportivos en la nación italiana hasta el tres de abril, sin excepción alguna.
“La Serie A y todos los eventos deportivos se detienen. No hay razón alguna para jugar”, afirmó Giusepphe Conte, primer ministro italiano, durante rueda de prensa.
A partir del 11 de marzo, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud declaró que el surgimiento del coronavirus constituye una pandemia global, las autoridades del balompié internacional tomaron medidas drásticas para preservar la salud tanto de protagonistas como de los aficionados al deporte.
Ayer, la liga española lanzó un comunicado en el que suspendió todas sus actividades deportivas por al menos dos fechas. Esto por las circunstancias referidas a la cuarentena establecida en el Real Madrid y por los posibles jugadores que ya posean el virus.
Cabe aclarar que torneos futbolísticos como la Premier League o la Bundesliga aún no han brindado declaraciones sobre el asunto, ya que existe un control regulado (de momento) en cuanto al esparcimiento del brote. Caso similares se han presentado en las grandes competencias como UEFA Champions League o Europa League, organismos que han decidido aplazar hasta nuevo aviso.
La mayoría de las sedes restantes de los octavos de final de dichas competencias, ya son consideradas de «alto riesgo» en cuanto al COVID-19
El fútbol europeo tiende sobre un hilo. Se corre el riesgo de tener una temporada “fantasma” en este inicio de década. Pese a todas las medidas preventivas establecidas por los líderes del deporte “más seguido del mundo”, es muy probable que el show no pueda continuar.