Según un artículo publicado desde Toronto, Toto Wolff y Lawrence Stroll están involucrados en el tráfico de información privilegiada por la compra de acciones de Aston Martín.
La historia inició en abril de 2020 cuando Wolff compró 0.95% de las acciones de Aston Martín. A su vez, en noviembre de ese mismo año la bolsa de valores alemana investigó esta inversión porque se sospechaba que Wolff usó información “confidencial”.
Este caso fue transferido a la Financial Conduct Authority (FCA), autoridad financiera del Reino Unido, que cotiza en Aston Martín.
Esto generó sospechas, pues después que Stroll se volviera accionista mayoritario de la marca inglesa, entró Wolff y posteriormente se hizo oficial que Mercedes obtenía el 20% de las acciones.
Cabe señalar que, anteriormente a dichos acontecimientos se hizo oficial que el jefe de la filial de AMG-Mercedes para Aston Martín y todas estas acciones representan una gran ganancia para Toto, ya que desde ese momento las acciones de Aston Martín no han parado de subir su valor.
Lo que es un hecho es que como máximo recibirán una multa millonaria, no habrá ninguna repercusión que afecte al equipo de F1 o que ponga en riesgo el puesto de Toto Wolff en la escudería Mercedes.
