Benito Pérez Galdós, quien nació en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de mayo de 1843, fue un escritor español, representante de la novela realista, colaborador de la Real Academia desde 1897 y nominado al Premio Nobel en 1912.
El dramaturgo español participó en distintos periódicos, por ejemplo: Ómnibus, La Nación y El Debate.
Resulta importante mencionar la formación profesional en Derecho y su bachiller en Artes.
El novelista también fungió como político, diputado y también militó en diferentes partidos.
Sus obras más destacadas fueron:
- La fuente de Oro
- Doña Perfecta
- La dama desheredada
- Fortunata y Jacinta
- Marianela, obra en la que nos enfocaremos con mayor profundidad.
En tanto, Pérez Galdós falleció en Madrid, el 4 de enero de 1920.
Una historia fascinante
La obra Marianela inicia con una muchacha quien es huérfana y maltratada por una familia de españoles. La joven no tiene un buen aspecto físico y por esa razón en el pueblo todos la discriminan.
En ese mismo poblado vivía un hombre hacendado, dueño de numerosos terrenos y de una gran cantidad de ganado. El hombre tenía un hijo, de nombre Pablo, quien era ciego.
El padre de Pablo todos los días se lamentaba porque su hijo no podía ver todo lo que un día heredaría y de lo que sería dueño en cuanto él muera.
Pablo y Marianela eran los mejores amigos, ella todas las mañanas pasaba por su casa para llevarlo a pasear. Siempre caminaban juntos por el pueblo y la muchacha le platicaba todo lo que veía mientras pasaban las horas.
Con el paso del tiempo, Marianela se fue enamorando de Pablo, pero él no se daba cuenta, pues solo la presenciaba como una amiga. Marianela, por su parte, no se hacía ilusiones ya que sabía que si algún día él recuperaba la vista, él no se fijaría en ella debido a su aspecto físico.
En su desesperación, el padre de Pablo llamó a un doctor quien era su amigo, con la única esperanza de que su hijo pudiera ver. Tras muchas evaluaciones, finalmente se pudo llevar a cabo la operación: resultó un éxito.
Un día, después de que Pablo fuera operado, Marianela entró a su casa y él la vio… pero no la reconoció, ya que nunca la había visto. Ella estaba mal y agonizando, aunque nadie sabía la razón exacta. Después de verla, Pablo se compadeció de Marianela, ya que según él, la chica se veía muy mal, por lo que no dudó en ofrecerle su ayuda.
Al escuchar las palabras de su amigo, la muchacha le confesó que ella era Marianela y le dio un beso en la mano, anticipando un inesperado final.
Este libro nos enseña que no debemos juzgar a las personas por su aspecto físico, ya que siempre será más importante lo que cada uno de nosotros tiene por dentro y los sentimientos que las personas puedan tener hacia nosotros, más allá de las características corporales.+
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».
Referencia: https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/rabat_benito_perez_galdos.htm