Cada noche me despierto por la madrugada pensando que estás ahí pero no veo nada, solo los recuerdos que vuelan en mi cabeza, en realidad nada de esto me parece una sorpresa.
Algún día me hablaron del karma, que llega solo, pues, es el peor de todas las armas. No creía en su existencia hasta que llegaste, es totalmente real ya que tú me lo demostraste.
Era joven, no sabía bien lo que hacía, aunque te pedía perdón tú me desconocías. Esa noche te llamé y te abrí mi corazón, pero tú no querías resolver la situación.
Yo sí veía todo un futuro contigo, una casa, una familia, todo menos un castigo, pero no, yo ya aprendí a valorarme, necesitaba solo un tiempo para poder curarme.
Una vez me dijiste que siempre estaríamos juntos, ahora me doy cuenta de que eran mentiras en conjunto. En cambio tú, hiciste cosas mal y te lo perdoné, yo nunca te engañé, yo solo te amé.
Estaba contigo en las buenas y en las malas, y si eso no es amor entonces aprendí a la mala.
Te amé lo suficiente para darte mi confianza, el amor perdura, pero las mentiras se desgastan.
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».
Puedo sentir el sentimiento que esas palabras conllevan. Un amor que no resultó.