Comienzo con una mención especial
a esa personita cuyo reflejo veo en el espejo,
pues sobrevivió cada semana un colapso mental.
Te agradezco por no haberte rendido
a lo largo de este interminable y corto semestre.
Porque aunque a clases presenciales no hayas ido,
al menos no terminaste siendo un total desastre.
Te agradezco por sacrificar horas de sueño
para poder al fin terminar aquellas tareas acumuladas.
Sé que las hiciste con empeño
con el fin de no terminar con materias reprobadas.
Te agradezco por despertar a tiempo
para esa clase que empezaba antes que el amanecer.
Y la verdad, no te miento
las ojeras a través del zoom se podían ver.
Te agradezco por no olvidar tu tiempo personal
y ver netflix o escuchar música para aliviar el estrés.
Algunas clases dañaron tu estabilidad emocional,
especialmente esa que te enseñó las perspectivas del filósofo francés
Termino este poema con una mención especial
al alumno que está leyendo este poema
porque después de todo, demostró ser un estudiante fenomenal.
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».