Siempre me he preguntado el por qué de las cosas. ¿Cuál es la razón de que pasemos por historias buenas o malas? ¿Esto nos lleva a una enseñanza o nada más a querer huir de lo que tenemos por detrás? Me pregunto ¿Por qué pasamos por esto?
Sé que todo en la vida conlleva tanto anécdotas positivas como negativas. No todo en la vida es color de rosa, así como te lo pintan en las películas. Algo que tengo seguro es que todas estas historias que pasamos se convierten en hechos que nos ayudan a querer salir por más.
Como mencionaba mi madre; “Todo en la vida te deja enseñanzas, todo es un nuevo comienzo si sabemos apreciar lo que tenemos”. Palabras que reflejan un gran valor. ¿Cómo era posible el poder entenderlas, en aquella edad en la cual solo pensaba en jugar? Tuvo que transcurrir el tiempo y crecer para entender el valor que guarda tal frase.
He podido conocer el significado de los hechos que ocurren en mi vida, no en su totalidad, pero sí al modo de entender que todo lleva a un aprendizaje. “La vida no es fácil” siempre escuché, pero nunca entendí lo que de verdad simbolizaba.
La vida es un reto, una aventura, una historia, aquella que se nos presenta cada vez que vamos creciendo. Reiremos y lloraremos de todas las memorias que tenemos. Esas que duelen hoy, mañana no dolerán y esas que no nos imaginamos que pasarán, ocurrirán. Eso es lo maravilloso de la vida. Es el relato que te convierte en quién eres en realidad, es esa esencia que llevas por detrás, la que te hace notar del resto de los otros.
Creo fielmente que todo pasa por una razón, nada ocurre por casualidad, todo lo que nos rodea es una historia, que se suma a nuestra narrativa llamada vida.
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».
