Nota por: Ana Laura Hernandez, Nidia Ramirez, Anasofía Zapata
¿Alguna vez te has preguntado cómo sería ir a la Universidad a 8,741 kilómetros de distancia de todo lo que conoces?
Marine Bureau (21) y Grégoire Ezeque (19), estudiantes de la Licenciatura de Comunicación de 6to y 2do semestre ambos originarios de Francia, se encuentran viviendo la experiencia del Intercambio a través de los pasillos anaranjados de nuestra Universidad Anáhuac Mérida durante el semestre de Enero-Mayo, tal y como nos relatan desde las brillantes sombrillas del edificio central.
¿En qué momento decidiste aventurarte a hacer un intercambio?
Marine Bureau: “Incluso antes de llegar a mi escuela en el primer año, ya sabía que quería hacer un intercambio. Porque al terminar el Instituto, a los 18 años, decidÍ hacer una pausa en mis estudios e ir a estudiar a Australia como Au pair (niñera) para mejorar mi inglés. Cuando volví, para ir a una escuela supe que debían ofrecer un intercambio en su programa de estudios, no quería elegir una escuela que no lo hiciera”.
Grégoire Ezeque: “Hace como un año comencé a considerarlo, y decidí México porque está lejos de Francia y quería ver otras cosas y no siempre estar en el mismo lugar, sobre todo después del confinamiento”.
¿Qué te hizo tomar la decisión de hacerlo justo en este semestre?
M.B.: “Normalmente… estoy en mi tercer año de Licenciatura en Francia y nuestro intercambio normalmente se hace en el segundo semestre, entonces hice mis papeles en el 2021 y no pude. Debería haber estado aquí el año pasado”.
G.E.: “Es un requerimiento en mi plan de estudios, como Marine ya dijo, siempre se hacen en el segundo semestre”.
¿La pandemia en algún momento afectó tu decisión?
M. B.: “No, porque ya estaba segura de que quería irme a México, pero tenía miedo de no poder hacer mi intercambio por las decisiones de las Universidades y del gobierno en Francia o en México, pero estoy aliviada de haber podido venir aquí”.
G.E.: “Claro que sí, porque quería viajar y hacer otras cosas. Durante el confinamiento, quería viajar lejos de Francia y ver otras cosas y no estar siempre en el mismo lugar”.
¿Cómo te sientes estudiando en Mérida?
M.B.: “Muy cómodo aquí, está muy bien. Me encanta el ambiente, los profesores son muy agradables, es muy acogedor, los alumnos y todo es genial. En Francia estoy en una asociación para los estudiantes internacionales, para acogerlos, y los estudiantes franceses no son como…muy acogedores. Por ejemplo, si tú estás en una clase con franceses, no van a hablar contigo, no…entonces aquí está muy bien; en nuestra clase todo el mundo viene para hablar con nosotros si tenemos preguntas, si tenemos un problema. Aquí es muy cool ”.
G.E: “Me gusta porque es algo completamente diferente, Mérida es muy padre y tranquila, la gente es muy simpática, a veces es un poco complicado porque es puro español pero poco a poco te vas acostumbrando”.
¿Qué te hizo elegir a México como destino y a la Anáhuac Mayab como escuela?
M.B.: “Realmente no lo elegí, porque es una colaboración entre la escuela en Francia y aquí en México. Tenemos dos opciones de universidades, una en Guadalajara y una en Mérida. Elegí Mérida porque está cerca del mar, es más seguro que Guadalajara y es muy importante para mí estar cerca del mar; siempre he estado en ciudades que están cerca del mar”.
G.E: “Escogí México por el sol y el calor y porque está lejos de Francia, y la Anáhuac Mayab porque pienso que es la mejor de todo México, podía escoger también en una universidad de Guadalajara pero considere que Mérida es más seguro”.
¿Qué tan diferente es estudiar aquí en comparación con tu escuela en Francia?
M.B.: “¡Oh là! Aquí solo tengo 5 clases como estudiante internacional, mientras que en Francia tengo al menos entre 20 y 25 clases en un semestre; así que cambia mucho, por ejemplo, nuestros exámenes duran una semana y son tres o cuatro por día. Aquí es muy relajado. En Francia estamos en una escuela pequeña, aquí es muy grande pero todo el mundo es muy tranquilo; eso me sorprendió en las primeras clases: hay una cierta cercanía con los profesores… no tenemos eso en Francia. Allá, sabes que es el profesor y luego los alumnos, es como una jerarquía. En la Anáhuac podemos ir a la clase y salir de la clase, en Francia no. Para ir al baño en Francia, no podemos, debemos esperar a que haya una pausa para poder salir”.
G.E.: “La universidad es muy diferente de la mía en Francia: es más grande, las relaciones con los maestros son diferentes y hay muchas cosas que cambian… y también la vida. La vida en México es muy diferente a la vida en Francia”.
¿Hay algo que te guste que sea diferente?
M.B.: “La relación entre maestro-alumno al principio se me hacía muy extraño, ya que en Francia existe cierta jerarquía en el salón, mientras que en la Anáhuac no, aquí los maestros se preocupan más por apoyar a los alumnos”.
G.E.: “La universidad, es muy grande y la gente es muy simpática y también la vida en Mérida. Mérida es una ciudad muy tranquila y muy cool (padre)”.
¿Hay algo que no te guste que sea diferente?
M.B.: “Las clases de inglés, porque no son absolutamente en inglés, son una mezcla entre español e inglés, esto me complica la clase debido a que tengo que pensar en inglés y español, siendo francesa”.
G.E.: “Como dijo Marine las clases de inglés, pero también que el sol se oculta muy temprano , en Francia en verano el sol se oculta como a las 8:00 o 9:00 de la noche y extraño mucho eso ”.
¿Qué beneficios buscas de este intercambio?
M.B.: “¡Ah! Mi pregunta favorita… haber hecho un intercambio o haber vivido en el extranjero te cambia la vida, realmente. Cuando volvemos del intercambio ya no somos la misma persona, hemos crecido, hemos aprendido y espero de este intercambio: asombrarme, aprender sobre la cultura mexicana y compartir mi cultura de Francia. Pienso que es muy importante compartir nuestras culturas y, para mi, el intercambio significa descubrir, viajar, hacer amigos y aprender sobre uno mismo porque estamos solos aquí”.
G.E.: “Busco experiencias, relaciones humanas, enriquecerme de muchas cosas, de las personas, de la cultura y de estudiar en otro país y en otro idioma”.
Marine y Grégoire ven su intercambio como una experiencia que les cambiará la vida y buscan crear vínculos genuinos, crecer a nivel personal y conocer la cultura de México, y así mismo compartir su cultura con los compañeros y amigos que conozcan en nuestra Universidad.
De eso se tratan los intercambios, no solo son una oportunidad académica, son generadores de mejores personas y de una mejor sociedad.